(EFE) – El grupo petrolero español Repsol-YPF aumentó aún más sus posibilidades de adquirir la red de distribución de combustibles del grupo brasileño Ipiranga, una de las mayores del país, luego de que el Gobierno de Brasil vetara la participación de la estatal Petrobras en dicha negociación.
La posibilidad de que Petróleos Brasileños (Petrobras) adquiera el grupo Ipiranga y aumente aún más su participación en el mercado de distribución de combustibles fue descartada hoy, jueves, por el ministro brasileño de Minas y Energía, Rodolpho Tourinho.
“Está decidido que Petrobras no va a participar en ese negocio”, afirmó Tourinho en una conferencia de prensa que concedió en Río de Janeiro y en la que anunció las reglas de la próxima subasta para la concesión de derechos de exploración y explotación de petróleo y gas en Brasil.
Pese a advertir que el Ejecutivo concede a Petrobras una total autonomía en sus decisiones, el ministro advirtió que el Gobierno, que es el accionista mayoritario de la petrolera, no autorizará una operación que aumentará aún más el monopolio de la estatal en el sector.
De acuerdo con Tourinho, la intención del Gobierno es aumentar la competición en el sector y no, por el contrario, favorecer el monopolio de Petrobras.
El veto favorece directamente a Repsol-YPF, que es considerado como el favorito a adquirir los activos petroleros de Ipiranga, grupo que es propietario de una de las dos únicas refinerías privadas existentes en Brasil y de una de las mayores redes nacionales de distribución de combustibles.
El grupo brasileño anunció el mes pasado un proceso de reestructuración que prevé la venta de algunos de sus activos y la asociación con grupos extranjeros, y en el negocio ya manifestaron su interés, además de Repsol-YPF y de Petrobras, la inglesa British Petroleum y la italiana Agip.
La lista de interesados sólo será conocida mañana, viernes, cuando vence el plazo establecido por el Chase Manhattan Bank –que coordina la negociación en Nueva York–para recibir las propuestas de los grupos que pretendan adquirir activos o asociarse a Ipiranga.
Repsol-YPF es considerado como el preferido por Ipiranga para la negociación debido a que los españoles tan sólo pretenden adquirir la red de distribución y la refinería, y no han insistido en la compra de los activos que Ipiranga tiene en el polo petroquímico de Copesul (estado de Río Grande do Sul).
Otras multinacionales interesadas en los activos de Ipiranga proponen la adquisición de todas las empresas controladas por el grupo brasileño, tanto las petroleras como las petroquímicas, a lo que se oponen las cinco familias controladoras de Ipiranga.
El grupo Repsol-YPF ya es socio del brasileño Peixoto de Castro en la refinería de Manguinhos (Río de Janeiro), la otra procesadora de petróleo de capital privado que existe actualmente en Brasil, ya que todas las demás pertenecen a Petrobras.
Además de la Compañía Brasileña de Petróleo Ipiranga (CBPI) y de la Distribuidora de Productos de Petróleo Ipiranga (DPPI), el grupo brasileño controla la Refinería Ipiranga y varias otras empresas agrupadas en Ipiranga Petroquímica.
Repsol-YPF surgió en junio de 1999 a partir de la compra por el grupo español Repsol de la empresa argentina Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), por la que pagó unos US$ 15.000 millones.
(EFE) – El grupo petrolero español Repsol-YPF aumentó aún más sus posibilidades de adquirir la red de distribución de combustibles del grupo brasileño Ipiranga, una de las mayores del país, luego de que el Gobierno de Brasil vetara la participación de la estatal Petrobras en dicha negociación.
La posibilidad de que Petróleos Brasileños (Petrobras) adquiera el grupo Ipiranga y aumente aún más su participación en el mercado de distribución de combustibles fue descartada hoy, jueves, por el ministro brasileño de Minas y Energía, Rodolpho Tourinho.
“Está decidido que Petrobras no va a participar en ese negocio”, afirmó Tourinho en una conferencia de prensa que concedió en Río de Janeiro y en la que anunció las reglas de la próxima subasta para la concesión de derechos de exploración y explotación de petróleo y gas en Brasil.
Pese a advertir que el Ejecutivo concede a Petrobras una total autonomía en sus decisiones, el ministro advirtió que el Gobierno, que es el accionista mayoritario de la petrolera, no autorizará una operación que aumentará aún más el monopolio de la estatal en el sector.
De acuerdo con Tourinho, la intención del Gobierno es aumentar la competición en el sector y no, por el contrario, favorecer el monopolio de Petrobras.
El veto favorece directamente a Repsol-YPF, que es considerado como el favorito a adquirir los activos petroleros de Ipiranga, grupo que es propietario de una de las dos únicas refinerías privadas existentes en Brasil y de una de las mayores redes nacionales de distribución de combustibles.
El grupo brasileño anunció el mes pasado un proceso de reestructuración que prevé la venta de algunos de sus activos y la asociación con grupos extranjeros, y en el negocio ya manifestaron su interés, además de Repsol-YPF y de Petrobras, la inglesa British Petroleum y la italiana Agip.
La lista de interesados sólo será conocida mañana, viernes, cuando vence el plazo establecido por el Chase Manhattan Bank –que coordina la negociación en Nueva York–para recibir las propuestas de los grupos que pretendan adquirir activos o asociarse a Ipiranga.
Repsol-YPF es considerado como el preferido por Ipiranga para la negociación debido a que los españoles tan sólo pretenden adquirir la red de distribución y la refinería, y no han insistido en la compra de los activos que Ipiranga tiene en el polo petroquímico de Copesul (estado de Río Grande do Sul).
Otras multinacionales interesadas en los activos de Ipiranga proponen la adquisición de todas las empresas controladas por el grupo brasileño, tanto las petroleras como las petroquímicas, a lo que se oponen las cinco familias controladoras de Ipiranga.
El grupo Repsol-YPF ya es socio del brasileño Peixoto de Castro en la refinería de Manguinhos (Río de Janeiro), la otra procesadora de petróleo de capital privado que existe actualmente en Brasil, ya que todas las demás pertenecen a Petrobras.
Además de la Compañía Brasileña de Petróleo Ipiranga (CBPI) y de la Distribuidora de Productos de Petróleo Ipiranga (DPPI), el grupo brasileño controla la Refinería Ipiranga y varias otras empresas agrupadas en Ipiranga Petroquímica.
Repsol-YPF surgió en junio de 1999 a partir de la compra por el grupo español Repsol de la empresa argentina Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), por la que pagó unos US$ 15.000 millones.