Repsol-YPF explora en Uruguay

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El integrante del Mercosur hará el tercer intento de exploración para encontrar petróleo, ahora con la empresa hispano-argentina.

(EFE).- Uruguay hará el tercer intento de exploración en su plataforma continental del Atlántico para buscar hidrocarburos, esta vez de la mano de la empresa hispano-argentina Repsol-YPF, según informaron fuentes oficiales.

Uruguay, el único país latinoamericano que no tiene petróleo y que está permanentemente sujeto a las crisis que sacuden habitualmente el mercado internacional del crudo, busca al esquivo “oro negro” desde hace 60 años.

Cada vez que se producen aumentos considerables en el precio del crudo y se prolongan, este pequeño país de 3,2 millones de habitantes hace esfuerzos en pos de su propio abastecimiento de combustibles.

Los nuevos anuncios de búsqueda realizados oficialmente se producen en momentos en que las autoridades estudian un nuevo aumento de los combustibles de 8%, debido a las continuas alzas del precio del petróleo en los mercados internacionales.

El incremento, de producirse, será el segundo del año y el tercero en los últimos seis meses.
Eduardo Ache, presidente de la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (ANCAP), el ente estatal que monopoliza el refino de petróleo en Uruguay, dijo el viernes que se negocian nuevos estudios para confirmar o desterrar la posibilidad de que bajo las aguas uruguayas haya petróleo.

En este sentido, Ache señaló que la empresa realiza contactos con la petrolera hispano-argentina Repsol-YPF para la nueva exploración.

La española Repsol concluyó en junio del año pasado una operación para adquirir prácticamente la totalidad (97,5%) de la argentina Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), por la que pagó unos US$ 15.000 millones.

El funcionario detalló que durante 1999 la ANCAP, YPF y Braspetro, subsidiaria de la brasileña Petrobrás, realizaron un estudio conjunto sobre aguas profundas en el Mercosur, que fue calificado de “positivo” y derivó en esta iniciativa.

Las nuevas exploraciones se realizarán bajo la figura jurídica de “contrato de riesgo”, como ha ocurrido en otras ocasiones, que permite repartir las ganancias si se encuentra el petróleo, añadió Ache.

De concretarse el programa, Uruguay buscará por tercera vez el petróleo en el Atlántico, donde el vecino Brasil halló importantes reservas.

Desde 1944 las exploraciones se hicieron en tierra y de los pozos brotó solamente agua caliente, lo que permitió habilitar cuatro centros termales, uno de ellos de agua salada y el único existente en América.

A 700 y 1.200 metros aparecieron entrampadas en el subsuelo de la cuenca del río Uruguay, límite con Argentina, en el noroeste del país, importantes corrientes termales.
Poco después se exploró la cuenca del río Santa Lucía, próximo a Montevideo, pero los resultados también fueron negativos.

En 1985, con la participación de la entonces estatal argentina YPF, se realizaron perforaciones en la zona basáltica del norte del país, a 630 kilómetros de Montevideo, pero las operaciones tampoco tuvieron éxito.

En la década del ´70, en pleno régimen militar (1973-1984), se puso por primera vez la mira en la plataforma continental atlántica.

En la misma línea imaginaria donde extraen petróleo Brasil, en el norte, y Argentina, en el sur, se hicieron las perforaciones.

Geofísicos franceses realizaron los gráficos sobre los relieves de los fondos marinos y en 1977 la empresa Chevrón trasladó a Uruguay una plataforma para la exploración submarina.

Tras dos intentos de perforaciones infructuosas, Chevrón renunció el 2 de marzo de 1978 a continuar la búsqueda y pagó una multa de US$ 3 millones por incumplimiento del contrato.

En los años ´90 y tras la crisis de la Guerra del Golfo, el gobierno uruguayo, entonces encabezado por el presidente Luis Alberto Lacalle, convocó a un llamamiento internacional para realizar la segunda búsqueda en el mar.

En esa oportunidad se hicieron estudios más exhaustivos por parte de expertos franceses y se dijo que el petróleo estaría a una profundidad importante, confirmando la hipótesis que Chevrón tenía en 1978 y que motivó su alejamiento, puesto que los precios no justificaban una inversión tan elevada.

Alberto Pepe Leira

(EFE).- Uruguay hará el tercer intento de exploración en su plataforma continental del Atlántico para buscar hidrocarburos, esta vez de la mano de la empresa hispano-argentina Repsol-YPF, según informaron fuentes oficiales.

Uruguay, el único país latinoamericano que no tiene petróleo y que está permanentemente sujeto a las crisis que sacuden habitualmente el mercado internacional del crudo, busca al esquivo “oro negro” desde hace 60 años.

Cada vez que se producen aumentos considerables en el precio del crudo y se prolongan, este pequeño país de 3,2 millones de habitantes hace esfuerzos en pos de su propio abastecimiento de combustibles.

Los nuevos anuncios de búsqueda realizados oficialmente se producen en momentos en que las autoridades estudian un nuevo aumento de los combustibles de 8%, debido a las continuas alzas del precio del petróleo en los mercados internacionales.

El incremento, de producirse, será el segundo del año y el tercero en los últimos seis meses.
Eduardo Ache, presidente de la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (ANCAP), el ente estatal que monopoliza el refino de petróleo en Uruguay, dijo el viernes que se negocian nuevos estudios para confirmar o desterrar la posibilidad de que bajo las aguas uruguayas haya petróleo.

En este sentido, Ache señaló que la empresa realiza contactos con la petrolera hispano-argentina Repsol-YPF para la nueva exploración.

La española Repsol concluyó en junio del año pasado una operación para adquirir prácticamente la totalidad (97,5%) de la argentina Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), por la que pagó unos US$ 15.000 millones.

El funcionario detalló que durante 1999 la ANCAP, YPF y Braspetro, subsidiaria de la brasileña Petrobrás, realizaron un estudio conjunto sobre aguas profundas en el Mercosur, que fue calificado de “positivo” y derivó en esta iniciativa.

Las nuevas exploraciones se realizarán bajo la figura jurídica de “contrato de riesgo”, como ha ocurrido en otras ocasiones, que permite repartir las ganancias si se encuentra el petróleo, añadió Ache.

De concretarse el programa, Uruguay buscará por tercera vez el petróleo en el Atlántico, donde el vecino Brasil halló importantes reservas.

Desde 1944 las exploraciones se hicieron en tierra y de los pozos brotó solamente agua caliente, lo que permitió habilitar cuatro centros termales, uno de ellos de agua salada y el único existente en América.

A 700 y 1.200 metros aparecieron entrampadas en el subsuelo de la cuenca del río Uruguay, límite con Argentina, en el noroeste del país, importantes corrientes termales.
Poco después se exploró la cuenca del río Santa Lucía, próximo a Montevideo, pero los resultados también fueron negativos.

En 1985, con la participación de la entonces estatal argentina YPF, se realizaron perforaciones en la zona basáltica del norte del país, a 630 kilómetros de Montevideo, pero las operaciones tampoco tuvieron éxito.

En la década del ´70, en pleno régimen militar (1973-1984), se puso por primera vez la mira en la plataforma continental atlántica.

En la misma línea imaginaria donde extraen petróleo Brasil, en el norte, y Argentina, en el sur, se hicieron las perforaciones.

Geofísicos franceses realizaron los gráficos sobre los relieves de los fondos marinos y en 1977 la empresa Chevrón trasladó a Uruguay una plataforma para la exploración submarina.

Tras dos intentos de perforaciones infructuosas, Chevrón renunció el 2 de marzo de 1978 a continuar la búsqueda y pagó una multa de US$ 3 millones por incumplimiento del contrato.

En los años ´90 y tras la crisis de la Guerra del Golfo, el gobierno uruguayo, entonces encabezado por el presidente Luis Alberto Lacalle, convocó a un llamamiento internacional para realizar la segunda búsqueda en el mar.

En esa oportunidad se hicieron estudios más exhaustivos por parte de expertos franceses y se dijo que el petróleo estaría a una profundidad importante, confirmando la hipótesis que Chevrón tenía en 1978 y que motivó su alejamiento, puesto que los precios no justificaban una inversión tan elevada.

Alberto Pepe Leira

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