En América Latina, también es alcista la tendencia al alcanzar el 65% teniendo en cuenta el 60% de la segunda parte del año pasado. En Argentina, el índice bajó un punto porcentual en 6 meses llegando al 24%.
En el caso de Argentina, las métricas que marcaron tendencias positivas son las ligadas al aumento de salarios y la incertidumbre económica, seguidos por la regulación y burocracia, los costos energéticos y la disponibilidad de trabajadores calificados.
El índice de expectativa de realizar aumentos reales en los salarios en 2023 visto como una limitación clave, descendió en todos los ámbitos. En Argentina al 12% (versus 15% en segundo semestre de 2022), en América Latina al 15% (versus 18% en el último período de 2022).
Por otro lado, el índice que identifica el reconocimiento de la incertidumbre económica como una limitación fundamental para 2023 descendió en Argentina al 63% (versus 80% a finales de 2022), y a nivel global al 58% (versus 60% en segundo semestre de 2022).
En lo que hace a la disponibilidad de trabajadores calificados tratado como un condicionamiento, también descendió en todos los ámbitos, marcando una tendencia positiva. En Argentina se redujo 10 puntos porcentuales del 46% al 36% y a nivel global del 57% al 53%.
Otro factor que muestra datos positivos es la expectativa de escasez de financiación, que muestra un descenso del 48% al 25%.
En referencia índices que marcan patrones negativos, la rentabilidad para 2023 descendió del 43% al 29%, el aumento de empleo pasó del 43% al 29% y el aumento en la inversión en tecnología del 53% al 43% y la inversión en plantas y maquinarias pasó del 45% al 29%.
Finalmente, el estudio desprende que las expectativas sobre la inversión en rubros como Tecnología, Investigación y Desarrollo, planta y maquinarias, habilidades del personal, e inmuebles e instalaciones, son las más relevantes para 2023.
