General Motors Argentina decidió ayer (jueves 1) efectuar un recorte que afectó a casi un 8% del personal de la planta que la firma posee en las afueras de Rosario, en la Provincia de Santa Fe y cuyo personal, incluyendo operarios, administrativos y jerárquicos asciende a 1.200 personas.
En total fueron 102 los trabajadores cesanteados. De ese número, 80 se acogieron el retiro voluntario propuesto por la empresa y los restantes 22 fueron despedidos e indemnizados, según informó el diario El Cronista.
Los operarios se desempeñaban en lo sectores de ensamblado, motores y pintura, según detallaron fuentes sindicales, aunque los directivos de GM se encargaron de asegurar que las operaciones seguirían normalmente.
Hace poco más de un año General Motors había decretado el cierre de una planta en la provincia de Córdoba.
En esa oportunidad, 30 empleados fueron trasladados a la fábrica de Santa Fe y otros 130 se sumaron a un retiro voluntario.
General Motors regresó al país en 1994. en el año 2000 llegó a hacerse de 10% del mercado automotriz argentino, y se hizo cargo de la fabricación de los modelos Suzuki Grand Vitara, que se ensamblaban en Santa Fe y por cuyas operaciones desembolsó US$ 20 millones.
General Motors Argentina decidió ayer (jueves 1) efectuar un recorte que afectó a casi un 8% del personal de la planta que la firma posee en las afueras de Rosario, en la Provincia de Santa Fe y cuyo personal, incluyendo operarios, administrativos y jerárquicos asciende a 1.200 personas.
En total fueron 102 los trabajadores cesanteados. De ese número, 80 se acogieron el retiro voluntario propuesto por la empresa y los restantes 22 fueron despedidos e indemnizados, según informó el diario El Cronista.
Los operarios se desempeñaban en lo sectores de ensamblado, motores y pintura, según detallaron fuentes sindicales, aunque los directivos de GM se encargaron de asegurar que las operaciones seguirían normalmente.
Hace poco más de un año General Motors había decretado el cierre de una planta en la provincia de Córdoba.
En esa oportunidad, 30 empleados fueron trasladados a la fábrica de Santa Fe y otros 130 se sumaron a un retiro voluntario.
General Motors regresó al país en 1994. en el año 2000 llegó a hacerse de 10% del mercado automotriz argentino, y se hizo cargo de la fabricación de los modelos Suzuki Grand Vitara, que se ensamblaban en Santa Fe y por cuyas operaciones desembolsó US$ 20 millones.