Rebelión en ExxonMobil

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Un fondo activista, relativamente nuevo, logra poner dos directores independientes en el directorio. Enorme victoria para la campaña contra el cambio climático.

Los accionistas de ExxonMobil votaron el miércoles a favor de instalar al menos dos directores independientes en el directorio de la compañía. La votación significó una resonante derrota para el CEO Darren Woods y una ratificación del descontento con la forma en que la compañía viene encarando el cambio climático y el decepcionante desempeño financiero de los últimos años.

Luego de una feroz campaña que demando millones de dólares, Woods intentó reunir votos hasta el último minuto pero no logró ganar respaldo para todos los directores que proponía. BlackRock, el segundo accionista más grande de Exxon Mobil Corp, respaldó a los nuevos candidatos del fondo de cobertura Engine No. 1, que luego de la votación de ayer se unen al directorio de la compañía, en un golpe para el gigante energético. Engine No. 1 es fuerte crítico de la renuencia de Exon a diversificarse hacia la energía renovable.

En un momento de la reunión anual ExxonMobil declaró un receso de una hora en un intento de negociar votos. “Detener la votación fue una maniobra desesperada que por lo general supone un resultado que el establishment no quiere que ocurra”, dijo un ex ejecutivo de refinación con experiencia en reuniones anuales.

¿Cómo se logró esta revolución?

La campaña que terminó sacudiendo al gigante petrolero con 130 años de historia fue liderada por un fondo relativamente joven llamado Engine No. 1. Luego, en poco tiempo, logró el respaldo de tres de los más grandes fondos de pensión de Estados Unidos, de los dos más grandes servicios de consultoría y de los tres mayores administradores de fondos. Blackrock, Vanguard y State Street, juntos, manejan más de 20% de las acciones de ExxonMobil.

“Los inversores se están despertando,” Anne Simpson, directora general de inversiones del Sistema de Retiro de Empleados Públicos de California, una entidad que figura entre los principales inversores que apoyaron la campaña activista. “El gigante dormido podría tener que moverse.”

En Chevron, que también celebró ayer su reunión anual general, también probaron su fuerza el miércoles poniendo 61% de los votos se inclinaron a favor de una propuesta que requiere que la petrolera un gran recorte a las emisiones de gases de invernadero, incluidas las emisiones de sus clientes, una categoría llamada “Scope 3” .

Los accionistas votaron 61% a favor de la propuesta, según una cuenta preliminar anunciada por Chevron en su reunión anual general.

El miércoles fue un día importante a ambos lados del Atlántico, una corte holandesa ordenó a Royal Dutch Shell a recortar 45% sus emisiones de carbono para 2030 en comparación con los niveles de 2019. El caso había sido presentado por grupos activistas del cambio climático. La Corte del Distrito de La Haya dictaminó que el gigante energético anglo-holandés tiene la obligación de cuidar sus emisiones y que sus actuales planes de reducción no son lo suficientemente concretos.

La decisión podría sentar un precedente para casos similares contra las multinacionales contaminantes, incluida ExxonMobil, una de las empresas que más emisiones genera en el mundo.

La votación de ayer en ExxonMobil fue seguida con mucha atención en el mundo entero. En los seis meses desde que Engine No. 1 lanzó su campaña, ExxonMobil orientó sus cañones hacia los accionistas rebeldes revelando una profunda división en el tema de los nuevos ombustibles de bajas emisiones de carbono. Pero no logró detener la rebelión.

 

 

 

 

 

 

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