Los grandes laboratorios farmacéuticos están ofreciéndose a reservar vacunas, medicinas y tests para las naciones de bajos ingresos en preparación para la próxima pandemia, todo a cambio del pago de una tarifa y el compromiso por parte de los gobiernos de no imponer restricciones al comercio.
En los días previos a la reunión de la Organización Mundial de la Salud para tratar el tema de la preparación para otras pandemias, la industria farmacéutica hace lobby para conseguir una tajada del multimillonario negocio de la preparación para pandemias propuesto por el G20 para cubrir el costo de reservar capacidad de manufactura en las plantas existentes.
La International Federation of Pharmaceutical Manufacturers and Associations (IFPMA) plantea que ese mecanismo permitiría la rápida distribución de insumos a las naciones de ingresos medios y bajos en el caso de que apareciera una nueva variante de coronavirus o una nueva pandemia.
Pero la iniciativa es resistida por los críticos de Big Pharma que dicen que renunciar a los derechos de propiedad intelectual sobre los medicamentos y ubicar la manufactura en África es una mejor manera de asegurar igualdad de acceso a vacunas, tratamientos y diagnósticos en el mundo en desarrollo.
Algunos grupos de la sociedad civil han criticado a Moderna, Pfizer y BioNTech, que fabricaron sus vacunas basándose en tecnología RNA, de apurarse a firmar acuerdos de abastecimiento a las naciones ricas antes de COVAX, un organismo creado para abastecer a los países de bajos ingresos. Public Citizen, por ejemplo, ha dicho que la propuesta de la IFPMA otorgaría un “subsidio empresarial” a la industria establecida y actuaría contra los esfuerzos por democratizar la manufactura de vacunas basando más producción en África y compartiendo la propiedad intelectual.
La propuesta IFPMA, dice que el esquema solo funcionaría si los países ricos se comprometen a permitir el comercio en una futura crisis y terminan con el “nacionalismo en vacunas” y con las prohibiciones a la exportación que estropeó la primera reacción mundial a la pandemia.