Mark Zuckerberg viene explicando desde hace algunos meses su plan para convertir a Facebook en una red social más privada. Lo anunció por primera vez en marzo cuando se cumplía un año del escándalo de Cambridge Analytica. En aquel momento algunos observadores interpretaron que Facebook podría estar abdicando de algunas de sus responsabilidades. Ciertos episodios recientes parecen dar la razon a esas preocupaciones.
Hace apenas 24 horas ProPublica, un sitio de investigaciones, reveló la existencia de un grupo privado en Facebook que contenía chistes preocupantes supuestamentes subidos por agentes de la Patrulla Fronteriza (Border Patrol) de Estados Unidos.
El sitio dice que los comentarios incluían bromas sobre los inmigrantes que habían muerto en custodia y comentarios agresivos y sexistas sobre mujeres de la política. El grupo existe desde hace más de tres años y tiene casi 10.000 miembros.
Un vocero de Facebook comentó a la BBC: “Queremos que todos los que usan la red se sientan seguros. Cooperamos con las autoridades federales en la investigación”.
Facebook dice que aporta noticias a los posts que podrían transmitir noticias falsas pero no hay estadísticas que demuestren la eficacia de esa medida.
Sin embargo, la red social prohibió a algunas mujeres que compartían fotos de cicatrices de sus mastectomías como un acto de solidaridad y aliento a otras luchando su propia batalla contra el cáncer.
Lo que revelan estos ejemplos es que la estrategia de Facebook tiene la habilidad de empujar sus problemas hacia las sombras.
ProPublica pudo observar el grupo Border Patrol gracias a alguien que les envió las capturas de pantalla. De otro modo estaba totalmente fuera de la vista.
Una reportera del Washington Post pudo acceder a algunos grupos puero fue rápidamente prohibida y bloqueada cuando se supo de quién se trataba.
En Facebook los grupos existieron desde el principio, pero nunca antes habían tenido tanta prominencia.
Por otra parte, la compañía está invitando a sus usuarios a usar los grupos con más frecuencia.