¿Por qué deberías conocer a Elon Musk?

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Es posiblemente uno de los emprendedores más importantes del momento. Polifacético, incursionó en energías renovables, transporte, Internet y exploración espacial. Su fortuna vale US$ 13.000 millones pero dice no importarle el dinero. 

Es realmente extraño que Elon Musk no este, al menos tangencialmente, entre los dioses del Olimpo de los emprendedores más afamados de la actualidad. Steve Jobs o Bill Gates o incluso Thomas Edison y Mark Zuckerberg son las luminarias que todo nuevo emprendedor quiere imitar. Pero nadie parece recordar a Elon Musk. Y hay motivos de sobra para que sea un emprendedor del cuál todos quieran aprender y ser influenciados.

 

El emprendedor olvidado nació en Sudáfrica un 28 de Junio de 1971. Cumple con una de las profecías clásicas de los emprendedores millonarios self made: a los 12 años ya había construido su primer emprendimiento (un videojuego) se recibió de economista pero dejo de lado sus estudios de doctorado en física para subirse a la ola del boom de internet. En ese momento fundó su primera compañía, Zip2, que se dedicaba  a dar guías en línea sobre la ciudad a los periódicos más importantes de Estados Unidos. En 1999, una división de Compaq Computer Corporation compró Zip2 por US$ 307 millones en efectivo y US$ 34 millones en opciones sobre acciones. Es decir que consiguió sus primeros millones a la edad de 20 años. Musk no se durmió en los laureles. Ese mismo fundó X.com, una compañía dedicada a los servicios financieros y los pagos en línea. Sí, la idea es conocida ahora. Porque X.com fue la empresa que antecedió al gigante PayPal. Antes de que PayPal fuera adquirida por Ebay Elon Musk tenía en su poder el 11% de la compañía.

 

El emprendedor serial fundó su tercera empresa, Space Exploration Technologies Corporation, o SpaceX, en el año 2002 con la intención de construir naves espaciales para viajes extraterrestres comerciales. Para el año 2008, SpaceX estaba bien establecida, y la NASA otorgó a la empresa el contrato para manejar el transporte de carga a la Estación Espacial Internacional, con planes para el transporte de astronautas en el futuro, en un movimiento que busca reemplazar las misiones que la NASA realiza con sus propios transportadores. En 2012 su compañía hizo historia cuando llevaron hasta el espacio a la primera cápsula sin control humano hasta la Estación Internacional. Las posibilidades casi ilimitadas de los viajes espaciales llevaron al emprendedor a crear su propia fundación dedicada a la exploración espacial en busca de fuentes de energía limpias y renovables, la fundación Musk.

 

Otra empresa con el sello Musk es Tesla Motors, una empresa dedicada a la producción de coches eléctricos asequibles para el mercado masivo. Cinco años después de su formación, la empresa en 2008 dio a conocer el Roadster, un deportivo capaz de acelerar de 0 a 60 km/h en 3,7 segundos, así que viaja cerca de 250 millas entre los cargos de su batería de litio. Con participación de Daimler en la empresa y una asociación estratégica con Toyota, Tesla Motors lanzó su oferta pública inicial en junio de 2010, consiguiendo US$ 226 millones de financiación.

 

La historia de Musk es increíble y debería ser contada con más frecuencia a los emprendedores más jóvenes o que recién inician su camino. Quizás se deba a que sus productos no son de venta masiva, como un iPhone, que el emprendedor no tiene la fama que merece. Pero no hay dudas que su obra es de un impacto envidiable para cualquier hombre de negocios.

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