La movida de Pfizer Group beneficia a pacientes sin seguro de salud ni otras prestaciones, cualquiera sea su nivel de ingresos. Esto representa una ruptura en materia de programas pro asistencia médica convencionales. De paso, puede influir fuera de Estados Unidos. Especialmente en Latinoamérica, pues Canadá y Brasil controlan precios de medicamentos.
El esquema, llamado “Pfizer Pfriends” (¡!) aplicará una quita promedio de 37% a familiar cuyas entradas no lleguen a US$ 45.000 anuales. Por encima de ese nivel, los descuentos promedian 15%, siempre del precio de venta minorista.
En general, la primera reacción de las otras farmoquímicas fue aplaudir la idea, pues entraña aumentar el mercado potencial. Pero no dijeron si buscarían formas de emular la iniciativa. “Estamos todo el tiempo evaluando los planes de asistencia a pacientes de escasos ingresos”, se limitó a decir un vocero de Eli Lilly. Ningún ejecutivo de este laboratorio u otros quiso hablar.
Entretanto, la conducción de Merck se reúne este jueves para analizar opciones. El sector afronta un problema, porque el plan Pfizer responde a crecientes presiones políticas y sociales para reducir los precios de especialidades medicinales bajo receta. Al respecto, en el Congreso se evalúa una proyecto de ley que permitiría a residentes norteamericanos comprar remedios en Canadá, donde los precios son administrados por el estado federal y las provincias.
Teniendo en cuenta esa situación, varios analistas sectoriales están seguros de que los competidores no podrán dejar de emular la iniciativa del líder. “Lo de Pfizer es revolucionario y proactivo. Tarde o temprano, el resto hará lo mismo”, presume un experto de Lehman Brothers.
Esa fuente cree que “la competencia imitará el plan para mejorar su imagen ante la sociedad, aliviar la carga financiera sobre el sistema asistencial nacional y aliviar presiones de Washington o los gobiernos estaduales. Además, si ganan los demócratas,aquéllas aumentarán”.
La movida de Pfizer Group beneficia a pacientes sin seguro de salud ni otras prestaciones, cualquiera sea su nivel de ingresos. Esto representa una ruptura en materia de programas pro asistencia médica convencionales. De paso, puede influir fuera de Estados Unidos. Especialmente en Latinoamérica, pues Canadá y Brasil controlan precios de medicamentos.
El esquema, llamado “Pfizer Pfriends” (¡!) aplicará una quita promedio de 37% a familiar cuyas entradas no lleguen a US$ 45.000 anuales. Por encima de ese nivel, los descuentos promedian 15%, siempre del precio de venta minorista.
En general, la primera reacción de las otras farmoquímicas fue aplaudir la idea, pues entraña aumentar el mercado potencial. Pero no dijeron si buscarían formas de emular la iniciativa. “Estamos todo el tiempo evaluando los planes de asistencia a pacientes de escasos ingresos”, se limitó a decir un vocero de Eli Lilly. Ningún ejecutivo de este laboratorio u otros quiso hablar.
Entretanto, la conducción de Merck se reúne este jueves para analizar opciones. El sector afronta un problema, porque el plan Pfizer responde a crecientes presiones políticas y sociales para reducir los precios de especialidades medicinales bajo receta. Al respecto, en el Congreso se evalúa una proyecto de ley que permitiría a residentes norteamericanos comprar remedios en Canadá, donde los precios son administrados por el estado federal y las provincias.
Teniendo en cuenta esa situación, varios analistas sectoriales están seguros de que los competidores no podrán dejar de emular la iniciativa del líder. “Lo de Pfizer es revolucionario y proactivo. Tarde o temprano, el resto hará lo mismo”, presume un experto de Lehman Brothers.
Esa fuente cree que “la competencia imitará el plan para mejorar su imagen ante la sociedad, aliviar la carga financiera sobre el sistema asistencial nacional y aliviar presiones de Washington o los gobiernos estaduales. Además, si ganan los demócratas,aquéllas aumentarán”.