<p>Esta inversión se suma a otras del mismo origen con el fin de desarrollar las reservas del país, terceras del mundo en volumen tras Rusia y Brasil. En ambas zonas opera <em>Athabasca Oil Sands</em>, una firma privada. “Este tipo de emprendimientos es muy intensivo en capital de largo plazo. Pero eso hemos resuelto buscar socios como Petrochina”, explicaba William Gallacher, presidente de la compañía. <br />
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Los chinos tomarán 60% de cada proyecto. No obstante, advertía Sveinung Svarte (director ejecutivo de Athabasca), “ambas parte aún debemos adoptar decisiones en una serie de cuestiones relevantes”. Los esquistos o las arenas bituminosas petrolíferas despiertan creciente interés en Beijing.<br />
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Este mismo año, la francesa <em>Total </em>vendió a Sinopec 10% adicional en el proyecto <em>Northern Lights</em>, con lo cual cada una tiene la mitad del emprendimiento. Por otra parte, <em>China Investment Corporation </em>pagó US$ 1.600 millones por 17% en <em>Teck Resources</em>, una metalúrgica de Vancouver a su vez accionista minoritaria en Fort Hills, otra área bituminosa.<br />
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Pero <em>Athabasca</em> es la joya de la corona canadiense. La empresa posee derechos sobre reservas totales estimadas en 10.000 millones de barriles. La mitad está en Mackay y Dover. Cuando llegue a capacidad plena, extraerá 300/500.000 barriles diarios a un costo total de entre US$ 14.000 y 18.800 millones. La primera fase de Mackay, hacia 2014, involucrará unos 33.000 b/d. A juicio de la firma, ambos proyectos son económicamente viables a US$ 50/60 el barril (dólares constantes).</p>
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PetroChina invierte US$ 1.700 millones en Canadá
La mayor empresa nacional de hidrocarburos pagará esa suma por el control de dos proyectos que involucran explorar y explotar arenas bituminosas en dos áreas al norte de Alberta. Se trata del río Mackay y Dover (Canadá occidental).