Pérdidas para British Airways

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El ejercicio contable cerrado en marzo arrojó US$ 400 millones en pérdidas, las primeras desde su privatización.

La compañía aérea British Airways (BA) tuvo pérdidas de 249 millones de libras (US$ 400 millones), excluidos los ingresos extraordinarios por venta de activos, durante su último ejercicio fiscal, cerrado a 31 de marzo de 2000. Esta es la primera vez que la aerolínea británica entra en números rojos desde su privatización en la década de los años ochenta.

Estos resultados contrastan con los obtenido el año anterior, en los que obtuvo unos beneficios de US$ 460 millones. Incluidas las ganancias por la venta de su participación en el sistema de reservas Galileo y Equiant, que supuso a la empresa unos ingresos extraordinarios crecanos a los US$ 400 millones, BA obtuvo unos beneficios antes de impuestos de US$ 8 millones, lo que representa un descenso de 98% respecto a los obtenidos en el ejercicio precedente.

El volumen de negocio de la aerolínea alcanzó entre abril de 1999 y marzo de 2000 de casi US$ 14.300 millones, mientras que los costos aumentaron 4,8%, hasta situarse en casi US$ 14.200 millones, debido especialmente al aumento de los precios de la gasolina.

Según el presidente de la compañía, Colin Marshall, “estos resultados marcan el final del año más difícil para British Airways desde su privatización”. Los analistas confían en que el nuevo jefe ejecutivo, Rod Eddington, será capaz de ejecutar la estrategia de reducción de gastos comenzada por su antecesor, Bob Ayling, que fue despedido el pasado mes de marzo.

Entre los planes de la compañía, British Airways planea reducir su capacidad en varios trayectos, cambiando sus enormes Boeing 747 por otros más pequeños como los 777 o Airbus. Además del elevado precio del combustible, también perjudicaron a la empresa la saturación de vuelos en el Atlántico Norte y la feroz competencia en Europa de líneas aéreas de precios económicos -como Easyjet o Buzz- mientras que le benefició la evolución de la venta de pasajes en categoría de negocios. Pese a los resultados, la compañía ha mantenido su dividendo de 17,9 peniques para los accionistas.

La compañía aérea British Airways (BA) tuvo pérdidas de 249 millones de libras (US$ 400 millones), excluidos los ingresos extraordinarios por venta de activos, durante su último ejercicio fiscal, cerrado a 31 de marzo de 2000. Esta es la primera vez que la aerolínea británica entra en números rojos desde su privatización en la década de los años ochenta.

Estos resultados contrastan con los obtenido el año anterior, en los que obtuvo unos beneficios de US$ 460 millones. Incluidas las ganancias por la venta de su participación en el sistema de reservas Galileo y Equiant, que supuso a la empresa unos ingresos extraordinarios crecanos a los US$ 400 millones, BA obtuvo unos beneficios antes de impuestos de US$ 8 millones, lo que representa un descenso de 98% respecto a los obtenidos en el ejercicio precedente.

El volumen de negocio de la aerolínea alcanzó entre abril de 1999 y marzo de 2000 de casi US$ 14.300 millones, mientras que los costos aumentaron 4,8%, hasta situarse en casi US$ 14.200 millones, debido especialmente al aumento de los precios de la gasolina.

Según el presidente de la compañía, Colin Marshall, “estos resultados marcan el final del año más difícil para British Airways desde su privatización”. Los analistas confían en que el nuevo jefe ejecutivo, Rod Eddington, será capaz de ejecutar la estrategia de reducción de gastos comenzada por su antecesor, Bob Ayling, que fue despedido el pasado mes de marzo.

Entre los planes de la compañía, British Airways planea reducir su capacidad en varios trayectos, cambiando sus enormes Boeing 747 por otros más pequeños como los 777 o Airbus. Además del elevado precio del combustible, también perjudicaron a la empresa la saturación de vuelos en el Atlántico Norte y la feroz competencia en Europa de líneas aéreas de precios económicos -como Easyjet o Buzz- mientras que le benefició la evolución de la venta de pasajes en categoría de negocios. Pese a los resultados, la compañía ha mantenido su dividendo de 17,9 peniques para los accionistas.

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