Ya hace varios años que Amazon compró Whole Foods para competir con Walmart también en productos frescos y de almacén. Una marca que nació y se hizo grande como plataforma online, pone locales físicos por una enorme cantidad de ciudades de Estados Unidos. Del otro lado del ring, está Walmart, que nació y se hizo gigante en el mundo físico y ahora compite también en e-commerce.
Las ambiciones de Amazon en el renglón almacén definirán la próxima etapa en sus 20 años de batalla con Walmart. Y llega justo cuando Walmart intensifica sus esfuerzos para quebrar el dominio de Amazon en el amplio mercado del e-commerce.
Las ventas de Amazon y Walmart se dispararon durante la pandemia y las convirtieron en las dos compañías cotizantes más grandes del mundo en cualquier sector (medido por ingresos). Walmart sigue siendo la más grande por un cómodo margen, con ventas netas el año pasado de US$ 555.000 millones que se comparan con los US$ 385.000 millones de Amazon.
A pesar de destinar miles de millones al e-commerce – la tecnología es la gran fuente de gasto de capital – Walmart sigue siendo la número dos en el mundo digital. Tiene solo 7% del mercado norteamericano de e-commerce frente al 40% de Amazon. Pero refuerza su plan de membresías para hacer frente al servicio de suscripciones Prime de Amazon, y amplía su mercado online donde vende productos de otros vendedores, como hace Amazon.
En 2017 Walmart invirtió fuerte para competir con Amazon con una nueva estrategia: convirtió a su millón y medio de empleados en un ejército de repartidores. Pidió a sus empleados que de regreso a sus casas, entreguen mercadería. Tuvo la idea para hacer frente a los altos costos de entregar los paquetes de la mercadería que vende online: pagarle a los empleados para que hagan entregas cuando regresan a sus casas.
Aunque la realidad es que los productos de almacén se venden más en nos negocios físicos, la pandemia sirvió para llevarlos también al mundo del e-commerce.
