A cambio de encarar los problemas subsistentes en Airbus, Berlín obtiene de París un compromiso: respetar la autonomía del Banco central europeo. El perfil del BCE es curioso. La conduce un francés, Jean-Claude Trichet, de complicado pasado judicial (escándalo Crédit Lyonnais), pero lo gestionan técnicos germanos. Ambas partes, cultoras de la ortodoxia monetarista.
Volviendo a EADS-Airbus, su mayor problema han sido los retrasos en sacar el “megajumbo” A380, una máquina que al momento sólo acumula vuelos de prestreno. Dos cuestiones parecen claves: los perpetuos roces francoalemanes y el cableado del avión.
Ahora, Enders deja EADS y se concentra en Airbus. Probablemente, para no correr igual suerte que un compatriota y antecesor suyo. En un sentido, este pacto acaba con la conducción bicéfala y separa, hasta cierto punto, el holding de la fabricante. Cabe recordar que el paquete accionario del consorcio incluye Daimler (ex DaimlerChrysler, con 22%), el estado francés (15%), el grupo Lagardère (7,5%) y SEPI (española, 5,4%). Acá puede saltar otro problema, si Cerberus Capital Management no logra juntar los US$ 20.000 millones para comprar Chrysler Group.
Resulta significativo que la presidencia del directorio recaiga en otro alemán, Rüdiger Grube. También se germanizan, aparte de Airbus, dos de las cinco subsidiarias principales: defensa y seguridad (Stefan Zoller), helicópteros (Lutz Bertling). La división espacial sigue en manos galas (François Aunque) y un español, Francisco Fernández, maneja la actividad militar.
A cambio de encarar los problemas subsistentes en Airbus, Berlín obtiene de París un compromiso: respetar la autonomía del Banco central europeo. El perfil del BCE es curioso. La conduce un francés, Jean-Claude Trichet, de complicado pasado judicial (escándalo Crédit Lyonnais), pero lo gestionan técnicos germanos. Ambas partes, cultoras de la ortodoxia monetarista.
Volviendo a EADS-Airbus, su mayor problema han sido los retrasos en sacar el “megajumbo” A380, una máquina que al momento sólo acumula vuelos de prestreno. Dos cuestiones parecen claves: los perpetuos roces francoalemanes y el cableado del avión.
Ahora, Enders deja EADS y se concentra en Airbus. Probablemente, para no correr igual suerte que un compatriota y antecesor suyo. En un sentido, este pacto acaba con la conducción bicéfala y separa, hasta cierto punto, el holding de la fabricante. Cabe recordar que el paquete accionario del consorcio incluye Daimler (ex DaimlerChrysler, con 22%), el estado francés (15%), el grupo Lagardère (7,5%) y SEPI (española, 5,4%). Acá puede saltar otro problema, si Cerberus Capital Management no logra juntar los US$ 20.000 millones para comprar Chrysler Group.
Resulta significativo que la presidencia del directorio recaiga en otro alemán, Rüdiger Grube. También se germanizan, aparte de Airbus, dos de las cinco subsidiarias principales: defensa y seguridad (Stefan Zoller), helicópteros (Lutz Bertling). La división espacial sigue en manos galas (François Aunque) y un español, Francisco Fernández, maneja la actividad militar.