<p>En realidad, fueron los denodados esfuerzos de Berlín que desplazaron a lo italianos –hoy a cargo de Chrysler en Detroit- para imponer a Magna-Gaz/Svyerbank, un consorcio austrorrusocanadiense. Ahora queda claro que el esquema no marcha.<br />
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General Motors Europe y el comité fiduciario que gestiona Opel-Vauxhall, o sea la parte vendedora, prefieren otras opciones y no descartan a Fiat. La banca de inversión Lazard Frères, elegida por el gobierno germano para evaluar propuestas, acaba de hacerlo: el activo es demasiado chico para sobrevivir en el mercado europeo. Exactamente, el argumento central de Fiat, desdeñado por Merkel. Turín quería (¿quiere?) juntarse con Chrysler, Opel-Vauxhall y la sueca Saab en una multinacional capaz de competir. Eso rezaba su presentación, efectuada en mayo.<br />
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Lazard analizó además las propuestas de Ripplewood, un fondo inversor estadounidense, y el gigante chino BAIC. De los cuatro esquemas sobre el tapete, la banca evaluadora ubica en último lugar por factibilidad a Magna-Gaz. A todo esto, BAIC se retiró, con lo cual Fiat torna a quedar al frente. Naturalmente, ahora el comité fiduciario y GM Europa no quieren tratar ya con ese consorcio.<br />
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Opel-Vauxhall: GM ya no quiere a Magna-Gaz
La situación resulta por demás embarazosa para el gobierno alemán. Mezclar negocios y política en vísperas electorales no le sienta bien a la canciller Ángela Merkel. Mientras tanto, en Fiat se frotan las manos.