sábado, 28 de diciembre de 2024

Nintendo presenta la Wii U

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Los juegos gratuitos disponibles en tabletas y teléfonos inteligentes cambiaron para siempre el mundo e los videojuegos donde reinaban las consolas. En este mundo de juegos inagotables, instantáneos y gratuitos, Nintendo se defiende con la Wii U.

Escondido entre los bosques de Redmond, Washington, está el mundo de Mario y sus amigos, el negocio digital creado por Shigeru Miyamoto, considerado por muchos como el Walt Disney de los videojuegos y genio creativo de la japonesa Nintendo Company.
Pero la calma que reinó durante mucho tiempo en las oficinas centrales de Nintendo Estados Unidos se ha quebrado por una revolución en el mundo que las rodea. Mario ya no reina solo en el mundo de los juegos electrónicos.

 Nintendo está rodeado por ejércitos enemigos: juegos baratos, descargables, especialmente para celulares y tabletas. Los gustos han cambiado y el avance de la tecnología propone cuestionar el sentido de comprar caras consolas de juegos, sean de Nintendo o de Microsoft, el fabricante de la Xbox. La compañía japonesa acaba de registrar la primera pérdida de su existencia como fabricante de videojuegos, una perspectiva que habría sido imposible de imaginar hace dos o tres años. Y si bien es cierto que nadie supone que las consolas de juegos vayan a desaparecer, tampoco se cree que el negocio recupere su estatura anterior, al menos en el corto plazo. 
Pero Nintendo no está dispuesto a bajar los brazos. El 18 de noviembre contraatacó presentando una nueva versión de su consola Wii en todas las tiendas de Estados Unidos.
La Wii original, la primera inalámbrica con capacidad de capturar movimientos, fue algo revolucionario. Su facilidad de uso atrajo nuevos públicos, como mujeres y gente de edad. Los clientes hacían cola para comprarla. Luego, el entusiasmo se apagó. Ahora la nueva consola, la Wii U, es el último intento de Nintendo de recuperar su antigua gloria. Los ejecutivos esperan que sea un éxito durante la temporada festiva y, con suerte, un éxito de larga duración.
 La Wii U es un reconocimiento de que el living room ya no es el territorio de una sola pantalla. Cada vez más gente ve ahora televisión con un teléfono inteligente o una tableta en la mano. Parece una combinación de iPad y una consola tradicional, con una pantalla táctil incorporada en el centro. Es mucho más que un festival de joysticks, botones y gatillos.
La pregunta a hacer es si podrá ser el éxito fenomenal que necesita Nintendo. Muchos veteranos en este negocio son escépticos. Cuestionan si la Wii U podrá ser tan exitosa como la primera ahora que mucha gente elige los juegos móviles, tan abundantes y mucho más baratos.
También está el interrogante de qué guarda el futuro para estos grandes sistemas de juegos, incluso los que Sony y Microsoft lanzarán este año. Las consolas traen gráficas increíbles y sonido de última generación, pero tal vez la gente ya no esté dispuesta a gastar cientos de dólares por una nueva consola para juegos.
Reggie Fils-Aime, presidente y gerente de operaciones de Nintendo Estados Unidos, admite que los juegos móviles cambiaron el mercado. Pero, añade, que la fama de Nintendo, de sus marcas Wii, así como de Mario, Zelda y otros personajes favoritos de los sistemas Nintendo, actuarán como viento de cola para la Wii U.
“Nuestras consolas brindan a los consumidores experiencias únicas que no encuentran en ninguna otra parte. Son experiencias que les hacen exclamar: ¡Esto es fantástico!, dice Fils-Aime. 
Nintendo está en el negocio del entretenimiento desde 1889. Su fundador, Fusajiro Yamauchi, fabricaba cartas de juego. Su bisnieto, Hiroshi Yamauchi consiguió una licencia de la Walt Disney Company y sacó cartas de juego con Mickey Mouse en el reverso. Hacia la década de 1960 Nintendo ya sacaba otros juguetes y juegos. Luego, en 1975, Atari sacó una versión hogareña de Pong, el primer videojuego exitoso. Al poco tiempo, la compañía  buscaba aprovechar la moda y producir videojuegos.
Pero la historia del hardware para juegos está plagada de fracasos espectaculares, entre los que se encuentran Sega, 3DO y hasta el propio Atari. Nintendo aguantó mediante una combinación de ingenio y obsesivo foco tanto en el software como en el hardware, un camino que lo convierte en la Apple de los video juegos.

 Su apuesta más ambiciosa en el aspecto del hardware fue la Wii, que salió en un momento en que parecía que la empresa navegaba a la deriva. No podía competir con rivales mayores como Sony o Microsoft en la creación de sistemas con las gráficas de alta definición. (Eso es algo que llega ahora, con la Wii U.)
La estrategia Wii significó el regreso. Vendieron casi 100 millones de Wii, mientras Sony y Microsoft no superaron los 70 millones con sus últimas consolas. 
La fuerza creativa de todo ese proceso fue Miyamoto, ahora de 60 años, quien ya prepara a posibles sucesores para su eventual retiro.
Así como Apple insistió siempre en fabricar tanto el hardware como el software en lugar de dar licencias del sistema operativo del Mac y el iPhone a otros fabricantes, Nintendo no crea juegos para consolas fabricadas por otras compañías, ni tampoco para los iPod touches, teléfonos inteligentes y tabletas en el mercado. Los ejecutivos de la industria dicen que esto representa una oportunidad perdida que además permite a toda una nueva generación de marcas de juegos salir sin competidores en los dispositivos móviles.
“Es la decisión estratégica más difícil que Nintendo ha debido tomar en mucho tiempo,†dice Robbie Bach, ex jefe del negocio Xbox de Microsoft. “¿Si Mario sería una propiedad interesante en un iPhone? Creo que síâ€. 
Fils-Aime dice que eso no ocurrirá, que el método que aplica Nintendo es la mejor forma de crear juegos únicos. “Esa es la decisión comercial que hemos tomadoâ€, aunque agrega que la compañía puede permitir que la gente compre sus juegos a través de teléfonos móviles para que se los envíen directamente a sus consolas Nintendo. 
Otra tendencia preocupante es que la vieja manera de fijar precio a los juegos parece cortada. Hoy, con las dificultades económicas, es más difícil convencer a la gente de que gasta entre US$ 50 y US$ 60 , que es lo que cuestan los juegos Nintendo, Sony o Microsoft. La misma Wii U parte con un precio de US$ 300, frente a los US$ 250 de la original.

Los teléfonos celulares y las tabletas han dado a la gente una cantidad infinita de juegos que por lo general cuestan no más de unos pocos dólares. Los juegos de Facebook son usualmente gratis, con la opción de comprar algún artículo virtual que realza el juego.

 ¿Qué dicen los veteranos de la industria? Los juegos móviles y los de Facebook son experiencias superficiales si se los compara con los de consolas.
Los juegos móviles están instantáneamente al alcance de la mano, y si bien lleva algunos segundos comenzar un juego en una tableta o teléfono, puede llevar minutos preparar la consola y empezar a jugar.
Pero los peligros no terminan allí. A los niños les interesa mucho más jugar en la pantalla de un iPhone que en la consola más sofisticada. Les fascina lo inmediato de la experiencia móvil. Y además, juegan gratis.
A este argumento Fils-Aime contesta que ellos pueden ofrecer juegos gratis y obtener las ganancias de la venta de artículos virtuales.

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