<p>En el mundo de la tecnología no vale la pena suspirar por el pasado. Ni siquiera por Netflix, una compañía que se hizo grande sin la ayuda de nadie, explotando una necesidad del mercado y cambiando para adaptarse a los nuevos hábitos de consumo. Los resultados del primer trimestre marcan perdidas y por eso se vuelve cada vez más importante analizar el estado de la compañía de cara al futuro.</p>
<p>Cualquiera que haya seguido la historia de Netflix en los medios sabe que la empresa atravesó momentos duros el año pasado cuando Reed Hastings, su fundador y director ejecutivo, decidió dividir a la compañía en dos unidades de negocios: Netflix, encargado del <em>streaming</em>* de películas y series y Qwikster, del servicio de DVD por correo. Estratégicamente fue un fiasco: perdió 800.000 suscriptores y se vieron obligados a vuelta atrás con la decisión rápidamente.</p>
<p>Según el mismo Hastings, recuperarse de ese mal paso le costará a la compañía tres años de trabajo. El lunes pasado anunciaron las cifras del primer trimestre de 2012 y posiblemente el director ejecutivo de la empresa tenga razón: perdieron US$ 4.6 millones. Este trago es especialmente amargo: la compañía no reportaba pérdidas desde 2005. La caída en las acciones no se hizo esperar, cayeron 14% el martes.</p>
<p>Detrás de las perdidas está el negocio de alquiler de DVD. A pesar de que Netflix agregó tres millones de suscriptores a su servicio de video en <em>streaming</em>, los alquileres de DVD han caído precipitadamente. Y es un negocio que no parará de derrumbarse a medida que los televisores inteligentes y las consolas de videojuegos permitan, con facilidad, alquilar contenido desde el sillón del living. El DVD aparece, en comparación, como un objeto de otra era.</p>
<p>Las pérdidas responden a los números de esa división del negocio. El alquiler de DVD le reportaba a Netflix US$ 25,99 por mes mientras que el alquiler por <em>streaming</em> cuesta US$ 7,99. Aunque los costos de ofrecer contenido online son menores, también lo son sus ingresos. Además la competencia en ese sector es más encarnizada que cuando dominaban el alquiler de discos.</p>
<p>Aunque muchos sientan nostalgia por la vieja era de las películas en discos, hoy la manera de acceder al contenido es otra. Mientras más tarde Netflix en entender esto, más difícil le será adaptarse y sobrevivir en este nuevo contexto.</p>
<p><strong>*</strong> <em>Streaming video es contenido enviado por Internet en forma comprimida y mostrado en tiempo real. Con video en streaming un usuario no tiene que esperar a que un archivo se haya descargado para verlo , pues es enviado en una corriente (stream) continua de datos y se ve a medida que va llegando.</em></p>
Netflix pierde por apostar a productos viejos
Aunque su servicio de video en streaming sigue adicionando usuarios, su división de DVD se hunde rápidamente. Las perdidas de este primer trimestre auguran un final agridulce para el servicio original de la compañía.