(EFE).- La compañía estadounidense de telecomunicaciones MCI Worldcom, que hace dos años adquirió la ex estatal Empresa Brasileira de Telecomunicaciones (Embratel), tendrá que pagar una millonaria deuda que la operadora contrajo antes de su privatización, según informó el gobierno de ese país.
Según el fisco federal de Brasil, Embratel tendrá que pagar impuestos atrasados por valor de 1.000 millones de reales (unos US$ 530 millones) que la empresa dejó de pagar entre enero de 1996 y julio de 1998, cuando la operadora aún era estatal.
La compañía dejó de pagar tales tributos, referentes al impuesto de renta sobre los rendimientos de las operaciones internacionales, a comienzos de 1996, cuando presentó un recurso ante la justicia alegando que el estado brasileño no podía gravar llamadas realizadas desde el exterior pero facturadas por la empresa.
Tras más de cuatro años de procesos judiciales y derrotas en los tribunales, la Abogacía General de la Unión determinó, en un fallo legal que aún no ha sido divulgado, que la compañía está obligada a pagar tales impuestos, así como las multas por la demora y la respectiva corrección monetaria.
Embratel había pedido el parecer de la Abogacía General de la Unión, un órgano asesor de la Presidencia en asuntos legales, tras haber sido derrotada en todas las instancias judiciales.
El fallo administrativo fue aprobado el martes por el presidente Fernando Cardoso, y la empresa ya no tiene más instancias, ni jurídicas ni administrativas, a las cuales recurrir, informaron fuentes del fisco.
Pese a que el ministro de comunicaciones, Joao Pimenta da Veiga, aseguró que comunicó la determinación del gobierno en una reunión que tuvo el martes con la directora de MCI Worldcom, Purificación Carpinteyro, la presidencia de Embratel aseguró que aún no ha sido notificada.
“No podemos pronunciarnos sobre un parecer que aún no hemos recibido”, aseguró la asesoría de prensa de la compañía en Río de Janeiro.
La información provocó una fuente caída de las acciones de Embratel en la Bolsa de Valores de Sao Paulo, en donde a media jornada de ayer (miércoles 01) sufrían una pérdida de US$ 4,66.
Pimenta da Veiga aseguró que no teme que la decisión de la justicia y del gobierno brasileño ahuyente a los inversores extranjeros o perjudique futuras privatizaciones.
“Fue una decisión técnica de la Abogacía, que se limitó a dar un parecer sobre la legislación brasileña”, argumentó el ministro.
Embratel tenía hasta el año pasado el monopolio de las llamadas de larga distancia en Brasil.
(EFE).- La compañía estadounidense de telecomunicaciones MCI Worldcom, que hace dos años adquirió la ex estatal Empresa Brasileira de Telecomunicaciones (Embratel), tendrá que pagar una millonaria deuda que la operadora contrajo antes de su privatización, según informó el gobierno de ese país.
Según el fisco federal de Brasil, Embratel tendrá que pagar impuestos atrasados por valor de 1.000 millones de reales (unos US$ 530 millones) que la empresa dejó de pagar entre enero de 1996 y julio de 1998, cuando la operadora aún era estatal.
La compañía dejó de pagar tales tributos, referentes al impuesto de renta sobre los rendimientos de las operaciones internacionales, a comienzos de 1996, cuando presentó un recurso ante la justicia alegando que el estado brasileño no podía gravar llamadas realizadas desde el exterior pero facturadas por la empresa.
Tras más de cuatro años de procesos judiciales y derrotas en los tribunales, la Abogacía General de la Unión determinó, en un fallo legal que aún no ha sido divulgado, que la compañía está obligada a pagar tales impuestos, así como las multas por la demora y la respectiva corrección monetaria.
Embratel había pedido el parecer de la Abogacía General de la Unión, un órgano asesor de la Presidencia en asuntos legales, tras haber sido derrotada en todas las instancias judiciales.
El fallo administrativo fue aprobado el martes por el presidente Fernando Cardoso, y la empresa ya no tiene más instancias, ni jurídicas ni administrativas, a las cuales recurrir, informaron fuentes del fisco.
Pese a que el ministro de comunicaciones, Joao Pimenta da Veiga, aseguró que comunicó la determinación del gobierno en una reunión que tuvo el martes con la directora de MCI Worldcom, Purificación Carpinteyro, la presidencia de Embratel aseguró que aún no ha sido notificada.
“No podemos pronunciarnos sobre un parecer que aún no hemos recibido”, aseguró la asesoría de prensa de la compañía en Río de Janeiro.
La información provocó una fuente caída de las acciones de Embratel en la Bolsa de Valores de Sao Paulo, en donde a media jornada de ayer (miércoles 01) sufrían una pérdida de US$ 4,66.
Pimenta da Veiga aseguró que no teme que la decisión de la justicia y del gobierno brasileño ahuyente a los inversores extranjeros o perjudique futuras privatizaciones.
“Fue una decisión técnica de la Abogacía, que se limitó a dar un parecer sobre la legislación brasileña”, argumentó el ministro.
Embratel tenía hasta el año pasado el monopolio de las llamadas de larga distancia en Brasil.