Andy Yen tiene grandes expectativas con ProtonMail, un servicio seguro de correo electrónico que fundó en 2014 y que ya tiene 50 millone de usuarios en todo el mundo. Espera que algún días pueda rivalizar con Gmail, el gigantesco correo de Google que tiene 1.500 millones de usuarios.
Pero sabe que Proton no va a poder ser un verdadero competidor de Google mientras Internet siga siendo un ámbito donde no existe la regulación. “Crecemos sobre la base de la buena voluntad de los gigantes tecnológicos”, dice Yen en su oficina en Ginebra. “Hoy los gigantes tecnológicos podrían eliminarnos de la Internet con cero repercusiones financieras o legales”.
Al igual que Proton, hay muchas empresas en Europa que ponen sus esperanzas en la Ley de Mercados Digitales (Digital Markets Act, o DMA), la primera modificación que hace la Unión Europea a las reglas que gobiernan la competencia en Internet. Es una de las dos grandes leyes que se elaboran en Bruselas. La otra es la Ley de Servicios Digitales (Digital Services Act, o DSA) que cubrirá áreas como uso de datos y privacidad.
Pero la DMA es la que presenta el peligro más inmediato para los imperios digitales construidos por los llamados guardianes de Internet a lo largo de los últimos 20 años: Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft. Se calcula que los legisladores concluirán la redacción de la ley esta misma semana en un intento de abrir los mercados capturados por Big Tech y permitir que crezcan rivales locales.
La legislación antimonopólica tiene la posibilidad de transformar completamente la forma en que funcionan esas grandes compañías e inhabilitar esa estrategia de integración que les permitió enlazar usuarios, dominar mercados y recaudar miles de millones de euros.
La ley apunta a firmas con una capitalización de mercado superior a los €65.000 millones y fija por primera vez las reglas de competencia para las grandes plataformas tecnológicas en el mercado de la Unión Europea. Podría, por ejemplo, obligar a Google a dar a sus usuarios la posibilidad de elegir otro proveedor de correo electrónico cuando instalan un nuevo smartphone, o a Apple abrir su App Store a servicios competidores.