Mientras los ingenieros del Tesla vienen agregando poco a poco las capacidades de su pregonado auto, la firma china LeEco dio un paso más allá y anoche presentó su LeSEE, que salió solito de un contenedor para detenerse en el escenario obedeciendo algunas órdenes salidas de la boca del CEO Jia Yueting. También puso solo la marcha atrás cuando Jueting se lo pidió.
La presentación fue impactante y además la jugada que Tesla menos se esperaba. Y hay diferencias. Tesla obedece órdenes enviadas desde un teléfono, pero no órdenes de voz humana.
¿Qué es LeEco? Una empresa que hasta hace poco hacía teléfonos inteligentes, con cero experiencia en automóviles , pero gracias a una joint venture con Aston Martin y Faraday Future, un competidor directo de Tesla, le fue posible sorprender de esta manera a la que hasta ahora era la única firma no automotriz que sacaba un auto futurista. Sacó también una ley que las protege de la competencia extranjera siempre y cuando inviertan en tecnología eléctrica.
Eso generó una multiplicación de startups, como NextEV y CH-Auto que, junto con LeEco, podrían poner a la industria automotriz patas para arriba
Pero lo que este auto representa es un giro de 180º en lo que se suponía que serían los más grandes fabricantes de autos en el futuro. Toyota, Volkswagen y GM dominan la industria, produciendo entre todos 30 millones de autos al año pero esos números están disminuyendo.
Simultáneamente, el gobierno chino está dando incentivos a las empresas nacionales en te tecnología de baterías y autos eléctricos.
Pero, a decir verdad, esta proliferación de competidores chinos que hacen frente a Tesla no es una sorpresa si se tiene en cuenta que el gigante asiático ha convertido al desarrollo de mercado de autos eléctricos en su “mate estratégica”: Con ese fin introdujo una serie de incentivos y facilidades para facilitar el camino al naciente mercado. Pero los incentivos van solamente a las empresas que se dedican a tecnología de baterías y autos eléctricos.