Mientras tanto, se siguen enfrentando a problemas que, desde el día uno del confinamiento, han permanecido. Algunos de ellos son: el estrés ocasionado por la situación, los picos de demanda dentro de los comercios, escasez de personal y el aumento de complejidad y responsabilidades para los trabajadores.
Afortunadamente, los minoristas también han evolucionado hacia modelos de trabajo más dinámicos que les permitan dotar con tecnología a sus empleados y digitalizar sus operaciones para retener clientes, reducir costos e innovar.
De acuerdo con un estudio de IDC, el 63% de las empresas en Latinoamérica expresó su necesidad de cambiar la forma de trabajar para enfrentarse a nuevos desafíos, mientras que el 52% recalcó la importancia de conectar a sus organizaciones y personas sin inconvenientes mediante soluciones que fomenten la colaboración y la comunicación.
“Por otro lado, en el sector también están descubriendo que aumentar los salarios no es suficiente para atraer y retener a los trabajadores. Los empleados quieren sentirse cuidados, empoderados, seguros y útiles. Quieren líderes que inviertan en ellos. Por lo tanto, se necesitan nuevas estrategias para tener éxito en este entorno incierto y competitivo” comentó María Salazar, Gerente Senior de Cuentas para el norte y sur de América Latina en Zebra Technologies.
El futuro del comercio minorista y los detalles de su engranaje deben inclinarse hacia robustecer la fuerza laboral, brindándoles el apoyo que necesitan. Por ejemplo, se ha demostrado que las soluciones inteligentes de gestión de la fuerza laboral y las herramientas de autoservicio de los empleados aumentan la moral y la retención al mejorar la eficiencia y la productividad de todas las tareas, incluida la programación.
Como en cualquier otro proceso, los minoristas deberán tomar en cuenta diferentes aspectos al evaluar qué soluciones serán las mejores para sus empleados. De acuerdo con la ejecutiva de Zebra, los líderes del sector deberán ser conscientes de que los gerentes deben ser flexibles para crear horarios precisos y equitativos, también tener en cuenta las preferencias de los trabajadores y que a su vez estos deben tener las condiciones óptimas para maximizar su potencial y finalmente, que cualquier proceso de mejora en el espacio laboral tiene como objetivo evitar la escasez de personal.
No hay duda de que la alta demanda está retando a los recursos existentes en el manejo eficiente del tiempo, lo que dificulta que los empleados de la tienda completen tareas críticas y brinden una buena experiencia al cliente. Además, si los trabajadores comienzan a agotarse, es probable que aumenten las tasas de rotación, contrario a lo que se necesita en este momento.
Puede parecer que la gestión de la fuerza laboral y las plataformas de autoservicio para empleados son las más beneficiosas para los gerentes de tienda. Pero los trabajadores también encuentran valor en ellas en cuanto tienen más control sobre sus horarios y la capacidad de priorizar las necesidades personales sin repercusiones de la nueva normalidad. Además, no tendrán que hacer el trabajo de varias personas una vez que se ajusten los horarios para reflejar las demandas operativas y de los clientes.
Aunque siempre ha sido importante, en la gestión eficiente de la fuerza laboral de hoy en día es primordial el uso de tecnología personalizada. Sistemas y soluciones que se adecuan a las necesidades actuales, no sólo de los consumidores, sino de los mismos colaboradores, hacen la diferencia para que las empresas puedan enfrentar retos inesperados como lo es una pandemia, temporadas de alta demanda o cierres momentáneos.