Tras la aprobación el pasado año por parte del Consejo Regulador de Rioja de la nueva figura ‘Espumosos de Rioja’, ocho bodegas registraron su solicitud para elaborar este tipo de vinos, cuya producción en Rioja, aunque muy minoritaria, cuenta con una historia centenaria por parte de algunas bodegas, como Cune y Bilbaínas. A ellas se sumaron en la segunda mitad del Siglo XX Bodegas Muga, Bodegas Escudero, Bodegas Faustino y Bodegas Ondarre. Desde la creación de la Denominación de Origen Cava en 1972, toda la producción de estas bodegas de Rioja ha estado amparada por dicha Denominación.
Pablo Franco, director del órgano de Control de la D.O: Ca. Rioja, explica que se han propuesto un alto nivel de exigencia para situar la producción de Rioja en el segmento alto del mercado. Pretenden que sea un producto de calidad y prestigio, obtenido mediante el método tradicional y con limitación en los contenidos en azúcar (Brut, Extra Brut y Brut Nature).
El año pasado se vendieron en el mundo 389 millones de botellas de vino Rioja en todo el mundo. Javier Pascual, de la revista especializada La Prensa del Rioja, dijo que “producir vinos espumosos es la nueva moda en Rioja y se trata básicamente de diversificar una marca que ya funciona muy bien. No están tratando de competir en el mercado con un prosecco (italiano), un champagne (francés) o un cava (catalán). Simplemente quieren ofrecer a los clientes algo nuevo.
