<p>Aunque suene a tecnología del siglo XXI, lo cierto es que los primeros autos eléctricos fueron creados a fines del siglo XIX, en el principio mismo de la era del automóvil. Pero en ese entonces las venas de nuestro planeta rebosaban petróleo y aunque no se piense mucho en ello, quizás la industria petrolera era ya tan omnipotente como lo es ahora. El auto eléctrico, así como el zeppelin, desapareció. Tiempo después le llegaría también su turno al tren.</p> <p>Los líderes políticos de Estados Unidos y China vienen apostando con fuerza por el auto eléctrico desde comienzos de siglo XXI. Miles de millones de dólares han sido destinados a desarrollo de baterías de última generación e incluso a subsidios para consumidores. La delantera la lleva la firma BYD (“Construye Tus Sueños” por sus siglas en inglés), una empresa fundada en 1995, en Shenzhen, destinada a construir baterías para celulares y laptops. Proveedora de Nokia, Motorola, Siemmens y LG, BYD concentra actualmente el 70% del mercado mundial. En 2003 empieza a fabricar autos y ya en 2008 logra el mejor auto eléctrico del mundo, con su modelo F3. ¿Cómo lo logra en tan poco tiempo? Con importante apoyo estatal, participación accionaria del inversionista estadounidense Warren Buffett y una flota de 5000 ingenieros dedicados a investigación y desarrollo, a los que recientemente se han sumado otros 3000.</p> <p>Actualmente hay poco más de cien mil autos eléctricos en China, que representan el 0,1% del parque automotor de la gran potencia emergente. Paradójicamente, la electricidad en China proviene en un 90% de la quema del carbón, lo que significa que los autos eléctricos contaminan más que los que funcionan a gasolina.</p> <p>El 31 de octubre del año pasado, la ministra Déborah Giorgi y el exsecretario de Transporte Juan Pablo Schiavi, junto con el intendente de Shenzhen (la más grande ciudad industrial del planeta) y representantes de BYD, firmaron un acuerdo en Buenos Aires mediante el cual la empresa china presentará proyectos de asociación con empresas argentinas, para la instalación de una fábrica de vehículos eléctricos para el transporte público y una planta de producción de baterías de litio.</p> <p> </p> <p> </p> <p> </p> <p> </p> <p> </p> <p> </p>
<p>En Estados Unidos la historia del auto eléctrico es una película, con segunda parte y todo. En 2006 se estrenó ¿Quién mató al auto eléctrico?, de Chris Paine. El documental se centra en el EV1, el automóvil eléctrico diseñado por General Motors a fines del siglo XX y discontinuado a principios del siglo XXI. La historia comienza en 1990, en California, donde la CARB (California Air Resources Board), ante varias alarmas urbanas de smog, aprueba la ley “Vehículo de Emisión Cero” por la cual las fábricas de automóviles debían producir un vehículo de emisión cero para poder seguir vendiendo en la provincia (aunque en Estados Unidos se lo llama Estado) con el mayor Producto Bruto mundial. El vehículo era rápido, fácil de usar y mantener y tenía una autonomía de 130 kilómetros. El precio era alto, pero no consumía gasolina.(La segunda película de Paine es "La venganza del auto eléctrico).</p>
<p>Se formaron listas de espera en las concesionarias para comprar el EV1, pero el auto nunca fue vendido por GM. Los pocos que salieron al mercado fueron alquilados a los consumidores mediante un contrato con fecha de caducidad. La industria petrolera mantuvo la presión y apoyada por George W. Bush logra que en 2003 California retire su ley. General Motors fue recuperando sus autos a medida que vencían los contratos de alquiler y todos fueron triturados.</p>
<p>Sin embargo la historia de los vehículos eléctricos vuelve a tener un giro con la llegada de los demócratas al gobierno. Un alud de subsidios reflota la industria “verde” que ya viene un poco rezagada con respecto a China, Japón y Europa. General Motors desarrolla un nuevo modelo, el Volt, que subsidiado por el Estado alcanza un precio de US$ 41.000. En 2011 se vendieron 20.000 Volt; menos de un 0,2% del total de 12 millones de autos 0 kilómetro vendidos en ese año. Chris Paine se entusiasma y produce “La Revancha del Auto Eléctrico”. Sin embargo su entusiasmo parece exagerado. Las estimaciones son que para el 2025, los vehículos eléctricos supondrán un 5% del mercado.</p>
<p>A principios del 2012 GM suspende la producción del Volt como consecuencia de la poca demanda. Y en la actual feroz campaña presidencial, los republicanos no pierden ocasión de burlarse de los demócratas y sus autos eléctricos. Lo que sí parece tener más futuro en la principal potencia mundial es el auto híbrido, que si bien usa la energía eléctrica para algunas funciones, se alimenta quemando petróleo, igual que siempre. Una vez más, final feliz para la corporación petrolera. Y los consumidores vuelven a casa contentos. </p>