En un informe de la empresa Euromericas Sport Marketing “FIFA y el Doping Financiero” destaca detalladamente los casos en los cuales se ha envuelto el ente, que datan de la década del ´70 a la fecha; aquí detallamos una apretada síntesis.
La corrupción como tema circulando en la industria deportiva no es novedad; desde hace décadas, han aparecido denuncias y casos que se presentaron especialmente en el fútbol con maniobras económicas ligadas a irregularidades que habrían cometido dirigentes de la FIFA, al amparo de su carácter de ONG, de sus estatutos y reglamentaciones con validez multinacional.
Los escándalos millonarios por la venta de los derechos de televisión son un atentado a la gallina de los huevos de oro. La FIFA había dado un giro muy marcado cuando fijara un modelo monopólico en 1998, al asumir Blatter.
Y bajo su presidencia concede de manera directa a la empresa ISL los derechos de transmisiones de los mundiales, desechando en esa ocasión una oferta realizada de la compañía estadounidense IMG, por un valor de mil quinientos millones de dólares, a pesar de ser una oferta económica superior a la elegida por Blatter.
“La empresa seleccionada tres años después, en 2001, presentó la quiebra, dejando un pasivo de 455 millones de dólares. Dicha situación desató un escándalo y, dadas las repercusiones, a pedido de Lennart Johansson, entonces presidente de la UEFA, Blatter dio instrucciones para crear una comisión de auditoría interna para investigar lo sucedido. Se constituyó con un miembro de cada confederación y fue presidida por el brasileño Ricardo Texeira, de la Conmebol.
De manera imprevista, el presidente de la FIFA decidió en pleno proceso suspender las actividades de la comisión para proteger los intereses del ente y al comité ejecutivo, dado que estaba generando pérdidas de tiempo y desviando recursos humanos, según destaca el comunicado de prensa de esa época”, detalla Gerardo Molina, especialista internacional y profesor emérito en Marketing Deportivo.
El informe detalla que, años más tarde, finalmente salieron a la luz las razones en una investigación realizada por un juez de Suiza, que reveló que Havelange, Texeira y Nicolas Leoz, ex presidente de la Conmebol, y otros dirigentes de FIFA recibieron sobornos de ISL por 190 millones de dólares. Esta empresa había creado una fundación secreta en el paraíso fiscal de Liechtestein, a través de la cual se “canalizaban los sobornos.
Desde aquellos sucesos se presume y existen indicios de que el tema llegó hasta el ámbito del FBI y después de largos años actuó.
En los últimos dos años, mientras Blatter se dedicó a difundir con énfasis su programa de “reformas” en la FIFA, los investigadores de las agencias federales en Washington y Nueva York, se estima, han reunido pruebas de corrupción en relación con las votaciones para definir las sedes de la Copas del Mundo del 2018 y 2022.
“Muchos se preguntan hacia dónde va la investigación del FBI. Hace un año ya estaba en curso una investigación paralela realizada por las autoridades fiscales de Estados Unidos, el Servicio de Rentas Internas (IRS, en inglés). La investigación encubierta va desde Trinidad y Tobago, la Trump Tower en la Quinta Avenida de Nueva York, hasta las Islas Caimán, Miami, Zurich en Suiza, seguido del Golfo Pérsico. Los funcionarios estadounidenses tienen cooperación de la policía en Londres y Suiza”, explica el profesor Gerardo Molina.
“El desvío de dinero, se estima, es a escala mundial e industrial. El escenario de inicio del proceso judicial fue finalmente Estados Unidos y el motivo es que muchos de los delitos que se investigan –lavado de dinero, pago de sobornos, transacciones financieras ilegales– se cometieron en ese territorio, y utilizaron su sistema financiero, según palabras de la fiscal que entiende en el tema”, afirma.
Y prosigue: “Esta tarea hubiera sido imposible de llevarse a cabo, sin la colaboración de dirigentes de la FIFA, como Chuck Blazer, secretario general de la Confederación de Fútbol de América del Norte, América Central y el Caribe (Concacaf), una persona que tenía avión, casas de lujo en islas de ensueño y cuentas millonarias en paraísos fiscales. Gastaba 6 millones de dólares al año con su tarjeta de crédito, y cuando quería salir a comer lo hacía a bordo de una lujosa Hummer”, explica Molina.
“Es un momento histórico para que esta crisis sea una oportunidad para reformar el modelo de negocios de ingresos de la FIFA por los derechos de transmisión y comercialización, en donde sirvan no para enriquecer a algunos y quebrar la ley, sino realmente para cumplir con los principios fundacionales de la entidad: desarrollar y promover el juego del fútbol a nivel global, señala Molina.
Los escándalos de la era Blatter
1998: Blatter es elegido presidente de la FIFA; ese mismo año es acusado de comprar votos de delegados africanos, cada uno por 50.000 dólares.
2001: La fachada suiza International Sport and Leisure se derrumba debido al millonario pago de sobornos que la FIFA hacía a través de ella.
2006: Jack Warner, vicepresidente de la FIFA, se mete al bolsillo 1 millón de dólares por las entradas a los estadios del Mundial de Alemania en 2006.
2010: Aparece una grabación del director de la Asociación de Fútbol Británico, David Triesman, hablando sobre la intención de España y Rusia de sobornar árbitros durante el Mundial de 2010.
2010: Denuncian que el paraguayo Nicolás Leoz y el brasileño Ricardo Teixeira habrían recibido sobornos por los derechos de transmisión de los mundiales en los años 90.
2011: Blatter debe admitir que Qatar, España y Portugal ofrecieron sobornos a funcionarios suyos para quedarse con la sede del Mundial de 2018 y 2022.
2012: La Fiscalía suiza revela que el ex presidente de la FIFA João Havelange recibió al menos 1,5 millones de dólares en sobornos.
2014: Señalan al dirigente trinitario Jack Warner, ex vicepresidente de la FIFA, de recibir varios millones de dólares después de la elección de Qatar como sede del Mundial de 2022.