La Corte Suprema de Justicia rechazó ayer la recusación que el procurador general de la Nación, Nicolás Becerra, formuló a sus miembros en la causa en la que dictaminó que el ministro Carlos Fayt debe abandonar su cargo por haber superado los 75 años de edad, o en todo caso someterse a un nuevo acuerdo de la Cámara de Senadores. La recusación había sido planteada el martes y fue rechazada por unanimidad. La reforma de la Constitución de 1994 introdujo una norma según la cual se puso un límite de edad (75 años) a la inamovilidad de los jueces. Pero la postura de Fayt, de 81 años, fue acogida por la Justicia: sostiene que el juez fue nombrado antes de la reforma constitucional, y que sólo la idoneidad es el requisito que exige la ley para permanecer en el cargo. Los miembros de la Corte que votaron ayer -todos menos Fayt y Enrique Petracchi- señalaron que Becerra “carece de legitimación” procesal para recusar a los jueces del máximo tribunal, según indicaron fuentes judiciales.
La Corte Suprema de Justicia rechazó ayer la recusación que el procurador general de la Nación, Nicolás Becerra, formuló a sus miembros en la causa en la que dictaminó que el ministro Carlos Fayt debe abandonar su cargo por haber superado los 75 años de edad, o en todo caso someterse a un nuevo acuerdo de la Cámara de Senadores. La recusación había sido planteada el martes y fue rechazada por unanimidad. La reforma de la Constitución de 1994 introdujo una norma según la cual se puso un límite de edad (75 años) a la inamovilidad de los jueces. Pero la postura de Fayt, de 81 años, fue acogida por la Justicia: sostiene que el juez fue nombrado antes de la reforma constitucional, y que sólo la idoneidad es el requisito que exige la ley para permanecer en el cargo. Los miembros de la Corte que votaron ayer -todos menos Fayt y Enrique Petracchi- señalaron que Becerra “carece de legitimación” procesal para recusar a los jueces del máximo tribunal, según indicaron fuentes judiciales.