Hasta ahora, las preferencias de los consumidores chinos estaban orientadas hacia las marcas europeas y norteamericanos. Pero las marcas locales, en pleno crecimiento, están creando una nueva oportunidad para los fabricantes de relojes chinos.
Una de las razones que motivan este cambio es que el crecimiento económico nacional de la última década fomentó la sensación de orgullo nacional entre los jóvenes. La generación post 90 creció en una era en la que China tenía un crecimiento anual de dos dígitos y cada vez más influencia y reputación en el mundo.
Para los fabricantes de relojes, entonces, es fundamental atraer a sus millennials: el mercado minorista de relojes valía el año pasado US$11.400 millones, 10% más que en 2017. Una porcion importante de esa cantidad proviene de los relojes de lujo suizos. China continental fue el tercer mercado exportador de relojes suizos en 2018, detrás de Hong Kong y Estados Unidos.
Las fábricas estatales, como la Shanghai Watch Factory, comenzaron a producir relojes en China en los años 50. La compañía hizo una breve incursión en el mercado del lujo pero interrumpió el plan y volvió a poner el foco en la manufactura.
Si bien las marcas suizas dominan la banda más exclusiva del mercado chino, los fabricantes de Europa, Norteamérica y Sudeste asiático pelean por market share.
Ahora China se está moviendo para mover el fiel de la balanza. Proyecta reducir para 2020 la cantidad de relojes clasificados como “marcas propias de banda baja” y aumentar las bandas media y alta. Eso elevaría la proporción en el segmento lujo de 1% del total a 3%.
Las marcas chinas Rossini y Ebohr están primera y tercera en el ranking de ventas. Tiyta ocupa el segundo lugar. Esas tres marcas representaron menos de 4% del mercado total chino el año pasado. Los relojes de esas marcas se venden aproximadamente al mismo precio que un Tissot y compiten con las marcas japonesas Citizen, Casio y Seiko.
La corta historia de los relojeros chinos les hace difícil competir con las marcas suizas dominantes que comercializan apoyándose en la idea de tradición. Casi todas las marcas suizas de relojes tienen más de 100 años de historia.