<p>A diferencia de licencias anteriores, esta vez los inversores fueron tomados de sorpresa y justo en un feriado bursátil neoyorquino. En un correo electrónico interno, enviado el lunes temprano, Steve Jobs –presidente ejecutivo de la tecnológica con mayor valor de mercado- informó haber obtenido licencia médica de la junta.<br />
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Esta vez, el CEO (55 años) no especificó razones ni duración de su ausencia. Es la tercera oportunidad que debe obedecer a los médicos y ausentarse de Apple, al menos formalmente. La novedad impresionó a los analistas: después de todo, es la compañía que lanzó iPhone, iPad y otras innovaciones, que el autoritario Jobs siempre se adjudicó. En 2010, facturó –según la agencia Bloomberg- alrededor de US$ 67.000 millones.<br />
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De hecho, esta vez hubo menor lapso entre la licencia anterior (concluyó en junio de 2009) y la actual. Como si hiciera falta, el e-mail dejó en claro que continuará como presidente y seguirá adoptando las grandes decisiones estratégicas. Timothy Cook, su incondicional director operativo toma las riendas, como en licencias anteriores.<br />
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Tampoco es casual que la decisión haya sido anunciada justo un día antes de que Apple revelara las cifras del último trimestre. Con Wall Street cerrada, en Francfort el título de la firma cedió 6,2%, a € 244,05 o US$ 326,40. Esto lo acerca a su escolta, Microsoft. <br />
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Naturalmente, dos licencias médicas en menos de tres años plantean incógnitas hoy más pronunciadas sobre la sucesión de un hombre cuya salud parece endeble. Basta verlo en sus esporádicas apariciones públicas. También se pone en dudas el cronograma de nuevos productos, un resorte clave de Jobs. Otro asunto es que su licencia reabre el debate sobre la transparencia de una compañía tan remisa a informar sobre la salud de su máximo (¿único?) ejecutivo.<br />
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El mensaje al personal “libra demasiado a la imaginación y eso ya sucedió en 2009”, señala Charles Elson, un experto en gobernabilidad empresaria. En verdad, al ser interrogado un vocero de Apple por más detalles, su respuesta fue tajante: “hemos dicho todo cuanto pensábamos decir”. Su tono explica que, el martes, la acción bajase en Nueva York casi como en Francfort. Hace casi tres años, por cierto, se sabía ya que el tumor pancreático suele hacer metástasis en otro órgano y, en efecto, Jobs recibió un transplante de hígado. <br />
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Jobs otra vez con licencia…¿médica?
La noticia sólo hizo bajar a Apple en Francfort. En ocasiones anteriores (agosto 2004, enero-junio 2009) la acción incluso subió. Steve Jobs sobrevivió a un tumor de páncreas y a un transplante de hígado. Nunca dejó el comando de la empresa.