Tras una prolongada lid con Stephen Cohen, un ciberokupa (“cybersquatter”) que afirmaba haber creado el sitio en litigio, Gary Kremen ganó la guerra. A criterio del máximo tribunal norteamericano, “Cohen usurpó el dominio en forma fraudulenta, mediante documentos falsificados”.
Tras apoderarse del sitio, este ex judío ultraortodoxo se forjó un imperio virtual centrado en la pornografía y la génesis de innumerables “spams” disparados desde miles de direcciones en continua mutación. Sólo en publicidad, el negocio le rendía alrededor de US$ 500.000 mensuales, además de las entradas por el acceso rentado a una cantidad de sitios y servicios.
Kremen ha recobrado el control legal de esa máquina de hacer dinero a costa de ingenuos, cachondos y categorías menos fáciles de calificar (hombres, mayormente). Pero, entretanto, Cohen ha huido a Méjico para eludir el pago de una indemnización millonaria que Kremen le reclamaba y fue confirmada por un tribunal civil de segunda instancia. Según corrillos europeos, el prófugo se dedica ahora a difundir ofertas sexuales “extremas y transgresoras” desde un sitio ubicado aparentemente en Transdñestria. Para no desentonar, es una “minirepública pirata”; apenas una estrecha faja entre Moldavia –a la cual teóricamente pertenece- y Ucrania, solventada por las mafias de este país, y Rusia y Byelarús.
Tras una prolongada lid con Stephen Cohen, un ciberokupa (“cybersquatter”) que afirmaba haber creado el sitio en litigio, Gary Kremen ganó la guerra. A criterio del máximo tribunal norteamericano, “Cohen usurpó el dominio en forma fraudulenta, mediante documentos falsificados”.
Tras apoderarse del sitio, este ex judío ultraortodoxo se forjó un imperio virtual centrado en la pornografía y la génesis de innumerables “spams” disparados desde miles de direcciones en continua mutación. Sólo en publicidad, el negocio le rendía alrededor de US$ 500.000 mensuales, además de las entradas por el acceso rentado a una cantidad de sitios y servicios.
Kremen ha recobrado el control legal de esa máquina de hacer dinero a costa de ingenuos, cachondos y categorías menos fáciles de calificar (hombres, mayormente). Pero, entretanto, Cohen ha huido a Méjico para eludir el pago de una indemnización millonaria que Kremen le reclamaba y fue confirmada por un tribunal civil de segunda instancia. Según corrillos europeos, el prófugo se dedica ahora a difundir ofertas sexuales “extremas y transgresoras” desde un sitio ubicado aparentemente en Transdñestria. Para no desentonar, es una “minirepública pirata”; apenas una estrecha faja entre Moldavia –a la cual teóricamente pertenece- y Ucrania, solventada por las mafias de este país, y Rusia y Byelarús.