jueves, 26 de diciembre de 2024

Increíble: Oracle pagará US$ 10.300 millones por PeopleSoft

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Sorpresivamente, PeopleSoft-JD Edwards aceptó una nueva y pingüe oferta de Oracle, tras año y medio de enconada batalla. Pero varios analistas temen que US$ 10.300 millones respondan más a un capricho de Lawrence Ellison que a la realidad.

El acuerdo fue velozmente aprobado por los directorios de ambas empresas y significa US$ 26,50 por acción. Amén de asegurarse el segundo puesto mundial en software empresario y bases de datos, la fusión deja dudas por la brecha entre el precio a pagar y la capitalización bursátil real del futuro paquete.

Esto ocurre a apenas tres semanas de que PeopleSoft rechazase de plano una oferta por US$ 8.800 millones, que Ellison mismo definía como “sin posibilidad alguna de mejorar”. Aparte de poner en tela de juicio la credibilidad del empecinado CEO, este nuevo precio es un triunfo para la táctica de la firma comprada y su junta directiva: forzar una propuesta bastante más costosa que la máxima hecha durante la guerra (US$ 9.500 millones, o sea 24 por acción, en febrero).

Cabe recordan que el directorio de PeopleSoft se mantuvo en sus trece aun con 62% de los accionistas dispuestos a vender. “Este caso será un clásico en materia de fusiones y adquisiones. Pero las consecuencias para Oracle podrían ser el siguiente”, opinaban expertos de International Data Corporation y Gartner Group.

La operación se completará hacia principios de enero. Cabe anotar que ya contaba con la aprobación de la justicia norteamericana y la Comisión Europea. Ellison insiste en que la fusión –que muchos temen implique liquidar marcas, elencos gerenciales y personal- permitirá competir mejor con el gigante alemán SAP, líder absoluto del segmento (34%, contra 25% de la futura sociedad). A su vez, Siebel Systems (9%) queda tercera y Microsoft (4%) cuarta.

En el fondo, como señalan varios observadores, la fusión pone de manifiesto un síntoma negativo: estas consolidaciones responden a la madurez del sector. En otras palabras, “los servicios que ofrece tienden a convertirse en insumos, donde cuenta el precio, no ya la calidad tecnológioca -todos ofrecen casi lo mismo- y se trata de un mercado cuyo crecimiento va frenándose”. Así indica Walton Holdings, una consultora especializada independiente.

“Resulta ahora evidente que el negocio del software institucional crece cada vez a menor ritmo. Si Oracle –sostiene la firma- apela a esos recursos para apoderarse de PeopleSoft, entonces todo vale. Ninguna compañía del segmento podrá protegerse de tomas hostiles”.

Cabe recordar que, en junio de 2003, Ellison (cofundador y CEO de Oracle) planteaba una oferta hostil por “apenas” US$ 5.100 millones. Esto es, US$ 16 la acción. Ahora, la suma final hizo que las acciones de PeopleSoft saltasen 10,3%, precisamente al precio fijado en el acuerdo, y estén al máximo en 19 meses. Dicho de otro modo, el paquete de la firma comprada se halla groseramente sobrevaluado. Ante esto, resulta inexplicabe que el papel de Oracle haya subido 9,6%, al mejor nivel en once meses.

Durante las sesiones en tribunales, a raíz de una demanda presentada por la secretaría federal de Justicia, algunos peritos estimaban entre 7.000 y 10.000 los empleados y ejecutivos de PeopleSoft que se quedarían en la calle si se produjese la fusión. Irónicamente, el acuerdo se anunción el mismo día que ambas firmas debían presentarse ante la corte estadual de Delaware, a causa de una demanda interpuesta por Oracle para que PS desactivase una “píldora envenenada”.

En su caso, un plan que elevaba derechos de accionistas en caso de toma hostil. Los reclamos emergentes habrían tornado financieramente prohibitivo un copamiento de la firma, aun con 62% del paquete en manos de la compradora. Todo eso adquiere tintes de comedia porque, en junio de 2002, ambas compañías desistieron de “conversaciones amistosas” en torno de una fusión. ¿Motivo? Disidencias entre Ellison y Craig Conway (entonces CEO de PeopleSoft) sobre quién sería presidente ejecutivo de la eventual sociedad conjunta.

Wall Street coincide en que Oracle pagará demasiado para deglutir a PeopleSoft-JD Edwards (ésta fue tomada por Conway hace más de un año). “Ya US$ 24 por acción parecía excesivo y, ahora, 26 supera todo lo razonable”, opina el fondo Sanford Bernstein, que no tiene acciones en ninguna de las dos firmas.

Tratando de explicar lo inexplicable, Ellison dijo que había obtenido datos, según los cuales las perspectivas de PeopleSoft eran lo bastante buenas como para elevar la oferta a US$ 10.300 millones. Pero, a criterio de algunos consultores bursátiles, la estimación de ingresos para 2005 es demasiado optimista. Además, Oracle debe ahora absorber una estructura cuyo compnente humano está desmoralizado y ya no tiene motivaciones para trabajar.

Entretanto, se ven carar felices en SAP, cuya primacía sigue lejos de estar amenazada, Siebel (que ya recluta clientes peridod por PeopleSoft) y, especialmente, Microsoft. Hoy, con una caja de US$ 36.000 millones, el gigante de William Gates puede sentarse a esperar los acontecimientos en la futura Oracle: si las cosas marchan mal, podrá hacer su propia ofertas y quedarse con todo.

El acuerdo fue velozmente aprobado por los directorios de ambas empresas y significa US$ 26,50 por acción. Amén de asegurarse el segundo puesto mundial en software empresario y bases de datos, la fusión deja dudas por la brecha entre el precio a pagar y la capitalización bursátil real del futuro paquete.

Esto ocurre a apenas tres semanas de que PeopleSoft rechazase de plano una oferta por US$ 8.800 millones, que Ellison mismo definía como “sin posibilidad alguna de mejorar”. Aparte de poner en tela de juicio la credibilidad del empecinado CEO, este nuevo precio es un triunfo para la táctica de la firma comprada y su junta directiva: forzar una propuesta bastante más costosa que la máxima hecha durante la guerra (US$ 9.500 millones, o sea 24 por acción, en febrero).

Cabe recordan que el directorio de PeopleSoft se mantuvo en sus trece aun con 62% de los accionistas dispuestos a vender. “Este caso será un clásico en materia de fusiones y adquisiones. Pero las consecuencias para Oracle podrían ser el siguiente”, opinaban expertos de International Data Corporation y Gartner Group.

La operación se completará hacia principios de enero. Cabe anotar que ya contaba con la aprobación de la justicia norteamericana y la Comisión Europea. Ellison insiste en que la fusión –que muchos temen implique liquidar marcas, elencos gerenciales y personal- permitirá competir mejor con el gigante alemán SAP, líder absoluto del segmento (34%, contra 25% de la futura sociedad). A su vez, Siebel Systems (9%) queda tercera y Microsoft (4%) cuarta.

En el fondo, como señalan varios observadores, la fusión pone de manifiesto un síntoma negativo: estas consolidaciones responden a la madurez del sector. En otras palabras, “los servicios que ofrece tienden a convertirse en insumos, donde cuenta el precio, no ya la calidad tecnológioca -todos ofrecen casi lo mismo- y se trata de un mercado cuyo crecimiento va frenándose”. Así indica Walton Holdings, una consultora especializada independiente.

“Resulta ahora evidente que el negocio del software institucional crece cada vez a menor ritmo. Si Oracle –sostiene la firma- apela a esos recursos para apoderarse de PeopleSoft, entonces todo vale. Ninguna compañía del segmento podrá protegerse de tomas hostiles”.

Cabe recordar que, en junio de 2003, Ellison (cofundador y CEO de Oracle) planteaba una oferta hostil por “apenas” US$ 5.100 millones. Esto es, US$ 16 la acción. Ahora, la suma final hizo que las acciones de PeopleSoft saltasen 10,3%, precisamente al precio fijado en el acuerdo, y estén al máximo en 19 meses. Dicho de otro modo, el paquete de la firma comprada se halla groseramente sobrevaluado. Ante esto, resulta inexplicabe que el papel de Oracle haya subido 9,6%, al mejor nivel en once meses.

Durante las sesiones en tribunales, a raíz de una demanda presentada por la secretaría federal de Justicia, algunos peritos estimaban entre 7.000 y 10.000 los empleados y ejecutivos de PeopleSoft que se quedarían en la calle si se produjese la fusión. Irónicamente, el acuerdo se anunción el mismo día que ambas firmas debían presentarse ante la corte estadual de Delaware, a causa de una demanda interpuesta por Oracle para que PS desactivase una “píldora envenenada”.

En su caso, un plan que elevaba derechos de accionistas en caso de toma hostil. Los reclamos emergentes habrían tornado financieramente prohibitivo un copamiento de la firma, aun con 62% del paquete en manos de la compradora. Todo eso adquiere tintes de comedia porque, en junio de 2002, ambas compañías desistieron de “conversaciones amistosas” en torno de una fusión. ¿Motivo? Disidencias entre Ellison y Craig Conway (entonces CEO de PeopleSoft) sobre quién sería presidente ejecutivo de la eventual sociedad conjunta.

Wall Street coincide en que Oracle pagará demasiado para deglutir a PeopleSoft-JD Edwards (ésta fue tomada por Conway hace más de un año). “Ya US$ 24 por acción parecía excesivo y, ahora, 26 supera todo lo razonable”, opina el fondo Sanford Bernstein, que no tiene acciones en ninguna de las dos firmas.

Tratando de explicar lo inexplicable, Ellison dijo que había obtenido datos, según los cuales las perspectivas de PeopleSoft eran lo bastante buenas como para elevar la oferta a US$ 10.300 millones. Pero, a criterio de algunos consultores bursátiles, la estimación de ingresos para 2005 es demasiado optimista. Además, Oracle debe ahora absorber una estructura cuyo compnente humano está desmoralizado y ya no tiene motivaciones para trabajar.

Entretanto, se ven carar felices en SAP, cuya primacía sigue lejos de estar amenazada, Siebel (que ya recluta clientes peridod por PeopleSoft) y, especialmente, Microsoft. Hoy, con una caja de US$ 36.000 millones, el gigante de William Gates puede sentarse a esperar los acontecimientos en la futura Oracle: si las cosas marchan mal, podrá hacer su propia ofertas y quedarse con todo.

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