La semana empieza con el segundo ataque verbal contra un matrimonio por US$ 44.600 millones. Esa vez, Google hizo públicas duras objeciones al trato. “Esta fusión, disimulada como toma hostil por Microsoft, plantea una serie de amenazas que debieran examinar las autoridades reguladoras de varios países”.
En privado, hubo nuevas presiones. Erich Schmidt –director ejecutivo de Google- se puso personalmente en contacto con su colega de Yahoo, Jerry Yang. Le ofreció apoyo para rechazar la inteniona de William Gates, probablemente (señalan allegados al primero) e forma de una alianza entre ambas firmas.
Mientras tanto, en Washington un equipo de cabilderos al servio de Google comenzaba armar una estrategia para torpedear la propuesta de Microsoft ante legisladores, especialmente demócratas. Pese a que el supermares de internas haya dejado desiertos los pasillos del Capitolio. Al megamotor le bastaría con prolongar las intervenciones regulatorias hasta que George W.Bush entregue el mando a su sucesor (enero próximo).
Pese a los esfuerzos de Google y de las dos bancas asesoras de Yahoo –Goldman Sachs, Lehman Brothers- para buscar socios alternativos, no parece probable que aparezca un rival de Microsoft. Al menos, en esta fase tan temprana. Por otro lado, Gates trata de que se olviden viejos tropiezos suyos con instancias antimonopólicas. Por ejemplo, cuando un tribunal federal (justo en Washington) dictaminó que la compañía había transgredido leyes al atacar Netscape.
La semana empieza con el segundo ataque verbal contra un matrimonio por US$ 44.600 millones. Esa vez, Google hizo públicas duras objeciones al trato. “Esta fusión, disimulada como toma hostil por Microsoft, plantea una serie de amenazas que debieran examinar las autoridades reguladoras de varios países”.
En privado, hubo nuevas presiones. Erich Schmidt –director ejecutivo de Google- se puso personalmente en contacto con su colega de Yahoo, Jerry Yang. Le ofreció apoyo para rechazar la inteniona de William Gates, probablemente (señalan allegados al primero) e forma de una alianza entre ambas firmas.
Mientras tanto, en Washington un equipo de cabilderos al servio de Google comenzaba armar una estrategia para torpedear la propuesta de Microsoft ante legisladores, especialmente demócratas. Pese a que el supermares de internas haya dejado desiertos los pasillos del Capitolio. Al megamotor le bastaría con prolongar las intervenciones regulatorias hasta que George W.Bush entregue el mando a su sucesor (enero próximo).
Pese a los esfuerzos de Google y de las dos bancas asesoras de Yahoo –Goldman Sachs, Lehman Brothers- para buscar socios alternativos, no parece probable que aparezca un rival de Microsoft. Al menos, en esta fase tan temprana. Por otro lado, Gates trata de que se olviden viejos tropiezos suyos con instancias antimonopólicas. Por ejemplo, cuando un tribunal federal (justo en Washington) dictaminó que la compañía había transgredido leyes al atacar Netscape.