Originado en la planta de Cléon (Seine-Maritime), el movimiento social se extendió durante el jueves 15 de mayo a otros sitios controlados por Renault.
Los reclamos por reivindicaciones salariales comenzaron el miércoles en la planta de Cléon, donde unos doscientos jóvenes sindicalistas decidieron ocupar los talleres y tomar como rehenes al director y a doce de sus colaboradores.
En la fábrica de Boulogne-Billancourt, los obreros decidieron sumarse al paro al mediodía del jueves. La huelga fue decretada a las 17 horas de ese día por la CGT, la CFDT y la FO. Al anochecer, una caravana de estudiantes partió de la Sorbona y se presentó a las puertas de la fábrica para manifestar su solidaridad con los trabajadores. Los representantes del movimiento prefirieron no abrirles las rejas para no dar pretexto a las fuerzas del orden para obligarlos a evacuar el edificio.
En las otras fábricas también se hizo sentir el movimiento. En Sandouville, los empleados decidieron ocupar los talleres. En los techos de la planta en Flins, donde también se decretó la huelga, los obreros enarbolaron una bandera roja. En Mans, los tres mil asalariados de la planta votaron a favor de la huelga ilimitada. En las instalaciones de Orléans, también se decretó la huelga con ocupación de la planta.
Los obreros de Renault reclaman un salario mínimo de mil francos, reducción de edad jubilatoria a 60 años, reducción de horario de trabajo sin afectar salario, seguridad de empleo y conversión de contratos temporarios en definitivos.