El máximo representante opositor en el comité jurídico de la cámara baja, John Conyers (demócrata), señaló ayer que el fiscal general John Ashcroft debió haberse abstenido de participar en el caso Microsoft, como ya lo había hecho respecto de Enron.
En carta personal, le recordó que la firma de Bill Gates había aportado US$ 26.000 a su fallido intento electoral.
“Su actitud crea aun más dudas sobre la intervención del gobierno federal en evidente favor de esa empresa”, sostiene Conyers. Gina Talamoni, portavoz del departamento de Justicia, salió en defensa de Ashcroft: “No existen las mismas razones por las cuales se excusó en el caso Enron”.
Conyers y otros legisladores cuestionan el arreglo alcanzado, el año anterior, entre Microsoft y la Justicia. Lo califican de tibio para una firma que había quebrantado, en efecto, leyes antimonopólicas. “A cambio de no dividir la empresa, como ocurriera con Bell hace años –explicaba el parlamentario-, sólo hay un compromiso de no tomar represalias contra socios que usen productos de terceros. Es poco”.
Pero existe otra condición: divulgar determinados proyectos de software, a fin de que quienes desarrollan programas y dispositivos puedan compatibilizarlos y que, a su vez, permitan descargar características adicionales de los sistemas operativos Windows.
En declaraciones formuladas en 2001, Conyers se mostraba preocupado por indicios de que funcionarios de Justicia habían tenido “contactos incorrectos” con Microsoft, previos al arreglo. En noviembre, el parlamentario pidió a Ashcroft una lista de esos contactos y otros que involucrasen a la Casa Blanca; pero éste, aconsejado por el vicepresidente Dick Cheney –que adoptó igual actitud en el caso Enron- se negó arguyendo “razones de confidencialidad”.
Tampoco la Contaduría General de la República logró que el gobierno le entregase registros de esa reuniones. Ahora, prepara una demanda judicial al respecto, basándose en el último informe semestral de la propia Microsoft, donde revela haber invertido US$ 300.000 –de enero a junio- en relación con sus problemas jurídicos y el arreglo posterior con el Poder Ejecutivo.
Americans for Technology Leadership(AfTL), un grupo de intereses que incluye a Microsoft, recordó que Ashcroft también había recibido contribuciones de competidores sectoriales. Lo mismo ocurrió –sostuvo AfTL- con fiscales que luego iniciaron la demanda antimonopólica.
Entretanto, el jueves Microsoft retiraba una solicitud para obligar a Oracle a entregar documentos relativos al mismo litigio, señalando que ambos rivales habían llegado a un entendimiento.
Ganancias en Dell
La firma estadounidense Dell Computer obtuvo utilidades netas por US$ 456 millones en el IV trimestre de 2001. No obstante, el informe adjunto al balance pronostica pérdidas para el trimestre en curso, debido a la notable baja de ventas de PC en enero.
El máximo representante opositor en el comité jurídico de la cámara baja, John Conyers (demócrata), señaló ayer que el fiscal general John Ashcroft debió haberse abstenido de participar en el caso Microsoft, como ya lo había hecho respecto de Enron.
En carta personal, le recordó que la firma de Bill Gates había aportado US$ 26.000 a su fallido intento electoral.
“Su actitud crea aun más dudas sobre la intervención del gobierno federal en evidente favor de esa empresa”, sostiene Conyers. Gina Talamoni, portavoz del departamento de Justicia, salió en defensa de Ashcroft: “No existen las mismas razones por las cuales se excusó en el caso Enron”.
Conyers y otros legisladores cuestionan el arreglo alcanzado, el año anterior, entre Microsoft y la Justicia. Lo califican de tibio para una firma que había quebrantado, en efecto, leyes antimonopólicas. “A cambio de no dividir la empresa, como ocurriera con Bell hace años –explicaba el parlamentario-, sólo hay un compromiso de no tomar represalias contra socios que usen productos de terceros. Es poco”.
Pero existe otra condición: divulgar determinados proyectos de software, a fin de que quienes desarrollan programas y dispositivos puedan compatibilizarlos y que, a su vez, permitan descargar características adicionales de los sistemas operativos Windows.
En declaraciones formuladas en 2001, Conyers se mostraba preocupado por indicios de que funcionarios de Justicia habían tenido “contactos incorrectos” con Microsoft, previos al arreglo. En noviembre, el parlamentario pidió a Ashcroft una lista de esos contactos y otros que involucrasen a la Casa Blanca; pero éste, aconsejado por el vicepresidente Dick Cheney –que adoptó igual actitud en el caso Enron- se negó arguyendo “razones de confidencialidad”.
Tampoco la Contaduría General de la República logró que el gobierno le entregase registros de esa reuniones. Ahora, prepara una demanda judicial al respecto, basándose en el último informe semestral de la propia Microsoft, donde revela haber invertido US$ 300.000 –de enero a junio- en relación con sus problemas jurídicos y el arreglo posterior con el Poder Ejecutivo.
Americans for Technology Leadership(AfTL), un grupo de intereses que incluye a Microsoft, recordó que Ashcroft también había recibido contribuciones de competidores sectoriales. Lo mismo ocurrió –sostuvo AfTL- con fiscales que luego iniciaron la demanda antimonopólica.
Entretanto, el jueves Microsoft retiraba una solicitud para obligar a Oracle a entregar documentos relativos al mismo litigio, señalando que ambos rivales habían llegado a un entendimiento.
Ganancias en Dell
La firma estadounidense Dell Computer obtuvo utilidades netas por US$ 456 millones en el IV trimestre de 2001. No obstante, el informe adjunto al balance pronostica pérdidas para el trimestre en curso, debido a la notable baja de ventas de PC en enero.