La Comisión Federal de Comunicaciones (CFC) autorizó el acuerto este jueves. Ello permitió que, poco después, hiciese lo mismo el departamento de Justicia. En realidad, estas acciones se hallaban previstas desde hacía un mes: el 5 de julio, los auditores de la CFC recomendaban aprobar la fusión, por lo cual ésta pasó ahora por cuatro votos a cero.
A partir de ambas medidas, las empresas involucradas tiene hastan diciembre para completar las diligencias, solucionar litigios y formalizar la absorción de Nextel por parte de Sprint. Según señalan algunos analistas, la fusión provocará la menor liquidación de activos posible. A criterio de la CFC, el sector inalámbrico continuará abierto a la competencia, pese al tamaño de la compañia resultante.
Entre los condicionamientos, escasos a juicio de organizaciones que defienden a usuarios, se destaca el referido a la banda de 2,5 gigahertsios. Sprint-Nextel (nombre del nuevo conglomerado) deberá satisfacer ciertas exigencias, durante los próximos seis años, para operar en ese segmento.
Sprint-Nextel se convierte en la tercera transportadora inalámbrica del país y una de las mayores en el mundo. Además, se ubica en posición para competir con los dos gigantes, Verizon Wireless y Cingular Wireless. La asamblea de accionistas ya había consentido la fusión, que combina el mercado minorista de Sprint con la clientela empresaria de Nextel. El grupo espera, para 2006, ingresos conjuntos por unos US$ 40.000 millones y 35.400.000 abonados.
No obstante, el acuerdo podría costar más de los US$ 35.000 millones declarados. Por de pronto, Sprint ya debió superar un litigio comprando US Unwited, una afiliada, por 1.300 millones. Otra, Ubiquitel, acaba de demandar a Sprint, en pos de un arreglo similar. Según ambas, la fusión vulnera sus derechos exclusivos, y son sólo dos entre once afiliadas. Sea como fuere, esta unión era imposible de soslayar, luego de que Cingular (propiedad conjunta de SBC y BellSouth) adquiriera AT&T Wireless.
La Comisión Federal de Comunicaciones (CFC) autorizó el acuerto este jueves. Ello permitió que, poco después, hiciese lo mismo el departamento de Justicia. En realidad, estas acciones se hallaban previstas desde hacía un mes: el 5 de julio, los auditores de la CFC recomendaban aprobar la fusión, por lo cual ésta pasó ahora por cuatro votos a cero.
A partir de ambas medidas, las empresas involucradas tiene hastan diciembre para completar las diligencias, solucionar litigios y formalizar la absorción de Nextel por parte de Sprint. Según señalan algunos analistas, la fusión provocará la menor liquidación de activos posible. A criterio de la CFC, el sector inalámbrico continuará abierto a la competencia, pese al tamaño de la compañia resultante.
Entre los condicionamientos, escasos a juicio de organizaciones que defienden a usuarios, se destaca el referido a la banda de 2,5 gigahertsios. Sprint-Nextel (nombre del nuevo conglomerado) deberá satisfacer ciertas exigencias, durante los próximos seis años, para operar en ese segmento.
Sprint-Nextel se convierte en la tercera transportadora inalámbrica del país y una de las mayores en el mundo. Además, se ubica en posición para competir con los dos gigantes, Verizon Wireless y Cingular Wireless. La asamblea de accionistas ya había consentido la fusión, que combina el mercado minorista de Sprint con la clientela empresaria de Nextel. El grupo espera, para 2006, ingresos conjuntos por unos US$ 40.000 millones y 35.400.000 abonados.
No obstante, el acuerdo podría costar más de los US$ 35.000 millones declarados. Por de pronto, Sprint ya debió superar un litigio comprando US Unwited, una afiliada, por 1.300 millones. Otra, Ubiquitel, acaba de demandar a Sprint, en pos de un arreglo similar. Según ambas, la fusión vulnera sus derechos exclusivos, y son sólo dos entre once afiliadas. Sea como fuere, esta unión era imposible de soslayar, luego de que Cingular (propiedad conjunta de SBC y BellSouth) adquiriera AT&T Wireless.