<p>“Los plazos siempre desempeñaron un papel crítico con vistas al futuro de la marca”, señalaba Christian von Königsegg, miembro del grupo familiar que había aceptado en principio tomar la automotriz. “Lamentablemente, demoras en cerrar la operación han generado riesgos e incertidumbres que nos impiden llevar a cabo un plan de negocios viable”.<br />
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Saab, o sea GM, esperaba que la transacción quedase completada a fin de este mismo mes. Pero todo quedó en la nada cuando el Banco Europeo de Inversiones postergó decisiones en lo atinente a un crédito por € 400 millones, aprobado el 21 de octubre. <br />
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“Creíamos en el plan y estábamos convencidos de que funcionaría”, subrayaba Augie Fabela, presidente de Königsegg. “Pero, en una serie de deliberaciones, resolvimos que ya no habría tiempo. Ahora, todo queda en manos de General Motors”.<br />
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Para la empresa estadounidense, lo de Saab ocurre mientras zozobra una operación mucho más grande. Se trata de Opel-Vauxhall, cuya venta a un consorcio rusoaustrocanadiense, Magna-Gaz-Sbyerbank, ha quedado trabada en Detroit y desespera a Berlín.</p>
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Fin de la negociación con General Motors por Saab
El holding sueco ha suspendido planes para adquirir Saab Automobile a General Motors. La firma sostiene que los tiempos se han agotado y, con ellos, su estrategia para revivir la compañía escandinava en condiciones aceptables para su gestión.