En conferencia de prensa convocada el miércoles el fiscal general suizo, Michael Lauber, dijo que su equipo está analizando todos los datos computarizados de la Fifa y 104 relaciones bancarias en particular. “Tengan en cuenta”, dijo a la prensa, que cada una de esas transacciones involucra varias cuentas. De modo que la investigación no se va a realizar en 90 minutos. Llevará meses o llevará años. El fútbol tendrá que tener mucha paciencia”.
Lauber añadió que hay 54 casos sospechados de lavado de dinero con mecanismos que van a ser muy complejos de analizar. Subrayó también que lo le teme a los daños colaterales que podrían afectar a Rusia o a Katar.
Ante la pregunta de si no se sentía presionado por la inminencia de la Próxima Copa Mundial a celebrarse en solo tres años más, Lauber contestó tranquilo: “No me preocupan los tiempos de la FIFA. Me preocupan mis tiempos”.
Por su parte, Sepp Blatter, quien acaba de ser confirmado para otro mandato pero anunció su renuncia que se hará efectiva para fin de año, contrató los servicios de Quinn Emanuel, el estudio jurídico más grande del mundo en litigio y arbitraje comercial, para que lo represente.
Domenico Scala, un alto funcionario de la FIFA, admitió que podrían revocarse los mundiales de 2018 y 2022 si si se encuentran pruebas de hechos delictuosos en el proceso de licitación.
