<p>En otras palabras, Turín da por seguro que sus rivales –Magna/Gaz Ripplewood- han quedado fuera de carrera. Dejando de lado el segundo, un fondo dedicado a compras apalancadas (rubro hoy en decadencia mundial), la alianza entre la canadiense Magna (autopartes) y la firma rusa controlada por Olyeg Dyeripaska (tercerización automotriz) era un rival serio. Su masa de activos conjunta, € 23.700 millones, la acerca a Fiat, con 27.000 millones. <br />
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Entretanto, el jueves General Motors arribó a un acuerdo preliminar con United Auto Workers y su similar canadiense. Es una de las condiciones exigidas por Washington para llegar al 1º de junio sin una espada de Damocles colgando, la quiebra negociada. <br />
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En lo tocante a los tres bancos, su papel es consolidar el “perfil trasnacional” del esquema Fiat-Chrysler-Opel. De paso, confirma el apartamiento de Citigroup, debido a que la entidad está intervenida por el gobierno estadounidense. <br />
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Pero no todo es fácil. A poco de saberse que Kenneth Lewis y sus amigos en Bank of America ganaron casi US$ 7 millones haciendo “insider’s trading” (febrero) con acciones de la entidad, tres vicepresidentes y cuatro gerentes de GM están en la picota. Robert Lutz –ya jubilado-, Thomas Stephens y Maureen Kempston hicieron caer los títulos al mínimo desde 1993 tras desprenderse de 203.600. Se ignora cuántos vendieron los gerentes. <br />
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Fiat apura los tiempos y convoca tres bancos
Directivos de la automotriz italiana se reúnen este viernes con la canciller Angela Merkel en Berlín. Adelantándose a eso, ha designado un consultor compatriota, Intesa-SanPaolo-IMI, uno ítalogermano (Unicredito) y uno norteamericano, Goldman Sachs, para toda la transición.