Un ejemplo de esto último es el Café ArtScience en Cambridge, Massachusetts. Inaugurado a finales del año pasado por David Edwards, un profesor de ingeniería de Harvard, el café sirve “vahos” de whisky con unas garrafas especiales que convierten el licor en vapor. Eso significa que los consumidores no ingieren ninguna de las calorías y tampoco sienten ninguno de los efectos intoxicantes del producto.
El café ofrece cápsulas que administran ráfagas de melatonina y cafeína a los pulmones y bochas de helado WikiPearl revestidas de una membrana comestible. Edwards también ha experimentado con la relación entre el perfume y la memoria con el oPhone, un dispositivo que permite que los usuarios envíen mensajes perfumados por la web. En el café, los clientes pueden usar un oPhone para oler granos de café desde una tostadora francesa “Coutume” antes de pedir un expreso. Edwards cree que eso se podría emplear en realidad virtual.
Todo este terreno de experimentación tiene mucho potencial para las marcas de alimentos y bebidas que buscan crear experiencias interesantes para atraer consumidore