<p>En realidad, Whitacre emigró de <em>American Telephone & Telegraph </em>a mediados de este mismo año. Por el contrario, Henderson era “de la casa”, pero debió haberse retirado cuando el gobierno –que había otorgado a la empresa un costoso rescate- despidió a Richard Wagoner. Su sucesión era un simple maquillaje de cúpula.</p>
<p>Sin que se le moviera un pelo, Whitacre se manifestó “persuadido de que la compañía va por la buena senda”. Entonces ¿por qué desembarcarlo a Henderson? ¿sólo porque era un enamorado de aquellas camionetas traganafta llamadas “utilitarios deportivos”?</p>
<p>No. La clave está en otra parte: “ahora debemos apresurar –señaló el nuevo factótum- la vuelta a la rentabilidad para restituir a Estados Unidos (68%) y Canadá (8%) un salvamento de US$ 45.000 millones”. Por supuesto, el detonante de esta nueva crisis fueron las crecientes disidencias entre el directorio y “Fritz”, surgidas desde septiembre.</p>
<p>Henderson, a la sazón, quería vender íntegra la mayoría en el paquete de la anglogermana <em>Opel-Vauxhall</em>. Pero la junta se opuso, la operación se cayó y dejó colgado al candidato de la canciller Angela Merkel, el consorcio austrorrusocanadiense <em>Magna-Gaz-Sbyerbank</em>. Similares desencuentros llevaron a suspender, días atrás, la venta de la sueca <em>Saab</em> al <em>holding Königsegg.</em></p>
<p>A espaldas del saliente “Fritz”, el directorio reanudó contactos con <em>Beijing Automotive Industrial Holding </em>y otra firma china, <em>RenCo Group</em>. En cuanto a Whitacre, aclaró que no proyectaba permanecer mucho tiempo desempeñando dos cargos. Pero tiene algo pendiente: sacarse de encima marcas irredituables como <em>Saturn</em>, cuya venta al magnate de las concesionarias, Roger Penke, fracasó y ahora obliga a liquidar la división. La empresa se ha propuesto reducirse a cuatro marcas (Chevrolet, Buick, Cadilllac, GMC) y dejar el liderazgo de Detroit a <em>Ford Motor</em>. <br />
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Estaba cantado: GM relevó a Frederick Henderson
En medio de roces y aprietes, el presidente del directorio, Edward Whiteacre, le pidió la renuncia al intocable Fritz como director ejecutivo de General Motors. Por ahora, el primero desempeñará ambas funciones, pese a haber venido de afuera.