jueves, 26 de diciembre de 2024

Espectacular sanción ambiental norteamericana a una firma privada

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La multa es apenas US$ 15 millones. La clave es un acuerdo –impuesto por Washington- entre la agencia federal de protección ambiental (AFPA) y American Electric Power. La firma deberá destinar 4.600 millones para reducir emisiones tóxicas.

La decisión liquida un pleito iniciado contra la compañía eléctrica por organismos no gubernamentales, el departamento de justicia y la AFPA. El grupo AEP opera centrales térmicas en once estados y cubre cinco millones de hogares. Se lo señala como uno de las principales fuentes de “lluvia ácida” en el noreste de Estados Unidos. Este fenómeno empieza a sentirse en Buenos Aires, por razones similares, aunque las autoridades no le presten mucha atención.

En 1999, ocho estados, AFPA y trece grupos ecologistas radicaron una acción colectiva. Pero los daños al ambiente causados por AEP venían por entonces durando veinte años. Dos ”víctimas” explican la victoria final: la estatua de la Libertad (puerto de Nueva York) y los montes Adirondacks, al norte del estado homónimo. El arreglo extrajudicial se concluyó en Ohio, uno de los estado más estrictos en materia de ecología y cede de la firma.

El acuerdo restringe hasta 60% las emisiones de óxido de nitrógeno y 79% las de dióxido de sulfuro en la dieciséis plantas de AEP. Esto implica eliminar por años unas 815.000 toneladas métricas de contaminantes atmosféricos y ahorrará a los pobladores del área unos US$ 30.000 millones anuales en gasto médicos. El único antecedente comparable remite a los US$ 3.500 millones impuestos –en multas, daños, perjuicios y gastos de limpieza- a Exxon Mobil por el derrame de crudos en Alaska (1989). Sólo que, en ese caso, llevó más años vencer el poderoso cabildeo petrolero, especialmente tras la asunción (2001) de George W.Bush y Richard Cheney.

La decisión liquida un pleito iniciado contra la compañía eléctrica por organismos no gubernamentales, el departamento de justicia y la AFPA. El grupo AEP opera centrales térmicas en once estados y cubre cinco millones de hogares. Se lo señala como uno de las principales fuentes de “lluvia ácida” en el noreste de Estados Unidos. Este fenómeno empieza a sentirse en Buenos Aires, por razones similares, aunque las autoridades no le presten mucha atención.

En 1999, ocho estados, AFPA y trece grupos ecologistas radicaron una acción colectiva. Pero los daños al ambiente causados por AEP venían por entonces durando veinte años. Dos ”víctimas” explican la victoria final: la estatua de la Libertad (puerto de Nueva York) y los montes Adirondacks, al norte del estado homónimo. El arreglo extrajudicial se concluyó en Ohio, uno de los estado más estrictos en materia de ecología y cede de la firma.

El acuerdo restringe hasta 60% las emisiones de óxido de nitrógeno y 79% las de dióxido de sulfuro en la dieciséis plantas de AEP. Esto implica eliminar por años unas 815.000 toneladas métricas de contaminantes atmosféricos y ahorrará a los pobladores del área unos US$ 30.000 millones anuales en gasto médicos. El único antecedente comparable remite a los US$ 3.500 millones impuestos –en multas, daños, perjuicios y gastos de limpieza- a Exxon Mobil por el derrame de crudos en Alaska (1989). Sólo que, en ese caso, llevó más años vencer el poderoso cabildeo petrolero, especialmente tras la asunción (2001) de George W.Bush y Richard Cheney.

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