Según el Foro Económico Mundial, para 2025, la automatización dará como resultado una nueva división del trabajo entre humanos y máquinas, lo que impactará en 85 millones de empleos en medianas y grandes empresas en 15 sectores en 26 economías.
Por Lucas Medola (*)
Futuro del trabajo: ¿qué significa este término? Gran parte del debate se ha centrado en las maravillas de la inteligencia artificial y en si los robots asumirán más de las tareas que realizan los humanos en la actualidad, pero las tecnologías cognitivas son sólo un aspecto del gran cambio que ya está en marcha, y que ha sido impulsado por la pandemia.
Definimos el futuro del trabajo como resultado de las muchas fuerzas de cambio que afectan tres dimensiones profundamente conectadas de una organización: el trabajo (el qué), la fuerza laboral (el quién) y el lugar de trabajo (el dónde).
Según un estudio global reciente de Deloitte “¿Cuál es el futuro del trabajo?”, se espera que los trabajos del futuro estén impulsados por la tecnología y los datos, lo que requerirá habilidades humanas en áreas como la resolución de problemas, la comunicación, la comprensión auditiva y la interpretación. A medida que las máquinas asumen tareas mecánicas y el trabajo de las personas se vuelve más analítico, las técnicas de pensamiento de diseño pueden ayudar a las organizaciones a definir nuevos tipos de capacidades y habilidades en actividades que tienen un sesgo más disruptivo.
El advenimiento de las plataformas digitales de comunicación y colaboración, asociado a los cambios sociales y de mercado, permite la creación de equipos distribuidos, así como la reinvención de lugares de trabajo donde las interacciones virtuales son una realidad.
Según el informe “The Future of Jobs 2020”, del Foro Económico Mundial (WEF), el Covid-19 ha provocado que el mercado laboral cambie más rápido de lo esperado. Las investigaciones indican que lo que alguna vez se consideró el “futuro del trabajo” ha llegado. Para 2025, la automatización y una nueva división del trabajo entre humanos y máquinas impactarán en 85 millones de puestos de trabajo, en medianas y grandes empresas en 15 industrias en 26 economías.
Los roles en áreas como entrada de datos, contabilidad y soporte administrativo están disminuyendo en demanda a medida que aumenta la automatización y la digitalización en el lugar de trabajo. Más del 80% de los ejecutivos de negocios están acelerando los planes para digitalizar los procesos de trabajo e implementar nuevas tecnologías; y el 50% de los empleadores esperan acelerar la automatización de algunas funciones en sus empresas.
Alrededor del 43% de las empresas encuestadas por el WEF dijeron que habían reducido su fuerza laboral debido a la integración de tecnología; y el 41% planea ampliar los contratos laborales especializados.
Para 2025, según el WEF, se estima que los empleadores dividirán el trabajo entre humanos y máquinas por igual. Las funciones que aprovechan las habilidades humanas aumentarán sus demandas. Las máquinas se centrarán principalmente en el procesamiento de información y datos, tareas administrativas y trabajo manual de rutina.
Aquí hay cuatro elementos que toda empresa y todo profesional debe tener en cuenta para afrontar con éxito la llegada del trabajo del futuro.
El camino de la cualificación profesional. El futuro del trabajo tiende a ser cada día más dinámico y retador, sobre todo porque nunca hemos vivido un momento en el que quienes quieren calificar tengan tantos caminos para hacerlo. La mayor automatización y uso de la Inteligencia Artificial debería modificar algunas funciones, haciendo que los profesionales deban poner mayor énfasis en el desarrollo de habilidades que refuercen una visión más analítica y sistémica. Estas tendencias pueden ser muy positivas para los negocios, incluyendo la necesidad de formar equipos de trabajo multidisciplinarios.
Futuro híbrido. El distanciamiento social que nos vimos obligados a adoptar a raíz de la pandemia ha alterado profundamente nuestras relaciones sociales. En cuanto al mercado laboral, los empleados y empleadores tuvieron que adaptarse rápidamente a una nueva realidad, especialmente con el apoyo de la tecnología. Como tendencia para el futuro, deberíamos ver la adopción del teletrabajo y la flexibilidad horaria. El modelo de trabajo más flexible ha llegado para quedarse. Ya era una tendencia creciente antes de la pandemia y debería seguir así. Organizar la cultura de la empresa, hacer un seguimiento del rendimiento del equipo y mantener una comunicación y un compromiso efectivos a distancia se encuentran entre los mayores desafíos de la gestión remota para un liderazgo exitoso.
Digitalización de toda la cadena de negocio. En las fábricas se evita la repetición aumentando la producción; en retail se realizan pedidos en tiempo real para su despacho, el cual cuenta con un inventario aprobado digitalmente y el canal e-commerce muestra tasas de crecimiento continuo. En el futuro, las personas y las máquinas compartirán responsabilidades y las personas confiarán aún más en la tecnología a su favor. Se romperán los límites entre presencia física y digital, ampliando la generación de negocio, la formación de personas y la evolución del mercado. La tecnología será un gran impulsor del futuro del trabajo.
Diversidad, equidad e inclusión. Una empresa es un organismo vivo a través de su cultura. Por tanto, un punto fundamental de esta obra del futuro serán los equipos diversos. Más que cumplir cuotas, es necesario tener representación, escuchar más, dar autonomía para que las personas trabajen con sentido y sean protagonistas de sus carreras. Además de liderar empresas que presenten un alto desempeño, este es uno de los roles fundamentales de los ejecutivos y empresarios en la construcción de una sociedad con mayor justicia social.
(*) CFO PayPal Latam