En los papeles, la noche del jueves Enel controlaba 21,6% de las acciones. Pero la última en efectivo de E.On (fin de enero) sigue siendo récord sectorial: € 41.000 millones. Sólo que, ahora, los cambios en la ecuación accionaria dejarla en el aire y el proceso empieza a crear desconfianza en la Comisión Europea.
El problema es que la repentina propuesta de Enel por 21,6% se suma a la de Mediobanca por 4,6% y ello responde a un pacto secreto entre José Luis Zapatero y Romano Prodi (que afronta severos aprietos parlamentarios) para cerrrale el camino a E.On.
En el medio, los demás accionistas de la firma española. A saber, la financiera Acciona (23%), Caja de Madrid (10%) y otros. En grupo, si se alían a los italianos desplazarán a los alemanes aunque, al mismo tiempo, desecharán una suma que Endesa no vale.
Por su parte, esta compañía se debate entre el alza de primas para adquisiciones (la actividad quedará derregulada en la Unión Europea desde julio) y la intervención de gobiernos o políticos del área, empeñados en inventar salvar “campeones nacionales”. Otra señal de que la globalización es un fenómeno comercial –no tanto, debido a los subsidios agrícolas-, bursátil o financiero. No de la economía real.
En rigor, E.On precisa a Endesa por su proyección a mercados en desarrollo de Latinoamérica y Europa orientañ. Hasta ahora, el grupo germano es fuerte en Estados Unidos (lidera la zona central), Gran Bretaña, Europa central y Escandinavia. Ahora, hay hasta el jueves 29 para el desenlace de la guerra y algunos esperan una intervención de Bruselas.
En los papeles, la noche del jueves Enel controlaba 21,6% de las acciones. Pero la última en efectivo de E.On (fin de enero) sigue siendo récord sectorial: € 41.000 millones. Sólo que, ahora, los cambios en la ecuación accionaria dejarla en el aire y el proceso empieza a crear desconfianza en la Comisión Europea.
El problema es que la repentina propuesta de Enel por 21,6% se suma a la de Mediobanca por 4,6% y ello responde a un pacto secreto entre José Luis Zapatero y Romano Prodi (que afronta severos aprietos parlamentarios) para cerrrale el camino a E.On.
En el medio, los demás accionistas de la firma española. A saber, la financiera Acciona (23%), Caja de Madrid (10%) y otros. En grupo, si se alían a los italianos desplazarán a los alemanes aunque, al mismo tiempo, desecharán una suma que Endesa no vale.
Por su parte, esta compañía se debate entre el alza de primas para adquisiciones (la actividad quedará derregulada en la Unión Europea desde julio) y la intervención de gobiernos o políticos del área, empeñados en inventar salvar “campeones nacionales”. Otra señal de que la globalización es un fenómeno comercial –no tanto, debido a los subsidios agrícolas-, bursátil o financiero. No de la economía real.
En rigor, E.On precisa a Endesa por su proyección a mercados en desarrollo de Latinoamérica y Europa orientañ. Hasta ahora, el grupo germano es fuerte en Estados Unidos (lidera la zona central), Gran Bretaña, Europa central y Escandinavia. Ahora, hay hasta el jueves 29 para el desenlace de la guerra y algunos esperan una intervención de Bruselas.