Días antes y por cuarta vez, la sociedad de Düsseldorf aumentó –a € 40 por título- la propuesta por la eléctrica española, tras negar que lo haría. Pero insistirá en una demanda contra Ente nazionale elettricità y la española Acciona (que iban a cotizar € 41 por título).
“Una contraoferta cercana a € 42 es ilusoria, no tiene posibilidades de cristalizar”, sostenían hasta ayer ejecutivos de E.On, la mayor empresa mundial de servicios públicos. “Por el contrario, hemos encomendado a nuestros abogados en Madrid y Nueva York iniciar una demanda contra Enel y Acciona”. Por elevación, esto afecta a los gobiernos español e italiano.
Tras el levantamiento de sospechosas restricciones por parte de la comisión española de valores, la batalla se recalienta. Los principales contendientes son Wulf Bernotat (E.On), Fulvio Conti –director ejecutivo de Enel- y José Manuel Entrecanales, ídem de Acciona, una constructora que tal vez opere por cuenta del gobierno español. Éstas dos proyectaban una oferta cercana a € 41 por título. Ahora, surgen dos plazos: el 5 de octubre y los 45 días subsiguientes que se tomará la comisión de valores para resolver.
Cerca de vencerse el plazo inicial (29 de marzo), los alemanes sorprendieron con una cuarta oferta, € 40 por acción. Eso implicaba valuar el paquete en € 42.230 millones, una suma que varios analistas independientes estiman desmesurada. Por su parte, Acciona tiene 21% de Endesa, en tanto Enel controla casi 25%. Ya con 20%, la nueva oferta pública accionaria (OPA) de E.On puede seducir a Caja de Madrid (9,9%). Parece que esto será una guerra sin cuartel: el sector eléctrico regional está tan dividido como la propia Unión Europea, que festejaba un cincuentenario sin mucha convicción.
La tercera OPA de E.On (€ 38,75) vencía este jueves. Sin duda, fuertes presiones de la Comisión Europea influyeron sobre la autoridad bursátil hispana, que estaba operando ostensiblemente a favor el gobierno y sus aspiraciones de “defender un campeón nacional” en materia energética. Una propuesta de Enel-Acciona por € 41,07 equivaldrá a 43.300 millones.
Existen dudas de que el dúo tenga solvencia suficiente. A E.On le sobra: obtuvo en 2006 ingresos por € 67.750 millones, utilidades por 5.050 millones y 69.400 millones de capitalización. A su vez, Enel no revela si logró ganancias, pero declara € 38.500 millones de ingresos y 48.500 millones de capitalización. Las entradas de Endesa sumaron € 20.600 millones, las ganancias fueron 2.970 y el paquete vale 42.400 millones (nivel al lunes, pero debido a la puja de ofertas: su precio real no sube de € 40.900 millones). Acciona es un operador bastante más chico: € 6.270 millones en ingresos, 1.370 millones en ganancias y 10,300 millones de capitalización bursátil, a causa en parte de la burbuja inmobiliaria española.
Sea como fuere, ahora la batalla podría estirarse meses y, entretanto, llegará en julio la derregulación total del negocio eléctrico en la UE. Esto probablemente abra paso otro operador problemático, el monopolio estatal ruso Gazprom, que se interesa por la segunda eléctrica alemana. Mientras, la derregulación es resistida por Francia, España, Polonia –cuyo gobierno de extrema derecha se acerca a una crisis con Bruselas- y, hasta cierto punto, Italia.
Días antes y por cuarta vez, la sociedad de Düsseldorf aumentó –a € 40 por título- la propuesta por la eléctrica española, tras negar que lo haría. Pero insistirá en una demanda contra Ente nazionale elettricità y la española Acciona (que iban a cotizar € 41 por título).
“Una contraoferta cercana a € 42 es ilusoria, no tiene posibilidades de cristalizar”, sostenían hasta ayer ejecutivos de E.On, la mayor empresa mundial de servicios públicos. “Por el contrario, hemos encomendado a nuestros abogados en Madrid y Nueva York iniciar una demanda contra Enel y Acciona”. Por elevación, esto afecta a los gobiernos español e italiano.
Tras el levantamiento de sospechosas restricciones por parte de la comisión española de valores, la batalla se recalienta. Los principales contendientes son Wulf Bernotat (E.On), Fulvio Conti –director ejecutivo de Enel- y José Manuel Entrecanales, ídem de Acciona, una constructora que tal vez opere por cuenta del gobierno español. Éstas dos proyectaban una oferta cercana a € 41 por título. Ahora, surgen dos plazos: el 5 de octubre y los 45 días subsiguientes que se tomará la comisión de valores para resolver.
Cerca de vencerse el plazo inicial (29 de marzo), los alemanes sorprendieron con una cuarta oferta, € 40 por acción. Eso implicaba valuar el paquete en € 42.230 millones, una suma que varios analistas independientes estiman desmesurada. Por su parte, Acciona tiene 21% de Endesa, en tanto Enel controla casi 25%. Ya con 20%, la nueva oferta pública accionaria (OPA) de E.On puede seducir a Caja de Madrid (9,9%). Parece que esto será una guerra sin cuartel: el sector eléctrico regional está tan dividido como la propia Unión Europea, que festejaba un cincuentenario sin mucha convicción.
La tercera OPA de E.On (€ 38,75) vencía este jueves. Sin duda, fuertes presiones de la Comisión Europea influyeron sobre la autoridad bursátil hispana, que estaba operando ostensiblemente a favor el gobierno y sus aspiraciones de “defender un campeón nacional” en materia energética. Una propuesta de Enel-Acciona por € 41,07 equivaldrá a 43.300 millones.
Existen dudas de que el dúo tenga solvencia suficiente. A E.On le sobra: obtuvo en 2006 ingresos por € 67.750 millones, utilidades por 5.050 millones y 69.400 millones de capitalización. A su vez, Enel no revela si logró ganancias, pero declara € 38.500 millones de ingresos y 48.500 millones de capitalización. Las entradas de Endesa sumaron € 20.600 millones, las ganancias fueron 2.970 y el paquete vale 42.400 millones (nivel al lunes, pero debido a la puja de ofertas: su precio real no sube de € 40.900 millones). Acciona es un operador bastante más chico: € 6.270 millones en ingresos, 1.370 millones en ganancias y 10,300 millones de capitalización bursátil, a causa en parte de la burbuja inmobiliaria española.
Sea como fuere, ahora la batalla podría estirarse meses y, entretanto, llegará en julio la derregulación total del negocio eléctrico en la UE. Esto probablemente abra paso otro operador problemático, el monopolio estatal ruso Gazprom, que se interesa por la segunda eléctrica alemana. Mientras, la derregulación es resistida por Francia, España, Polonia –cuyo gobierno de extrema derecha se acerca a una crisis con Bruselas- y, hasta cierto punto, Italia.