La yuxtaposición muestra que van diluyéndose distingos entre
invertir según "crecimiento" (énfasis en firmas cuyas
ganancias pueden subir más rápido) o "valor". Esta modalidad
privilegia compañías cuyas acciones son "baratas" en
términos de utilidades actuales. Optar entre un grupo y otro fue la clave
bursátil de la "nueva economía" durante años.
En general, los papeles con expectativas de crecimiento les pasaban por encima
a los conservadores.
Hasta el pico de la "euforia puntocom" (marzo de 2000). Después,
las empresas de sólido valor actual pasaron al frente; lo cual explica,
entre otras cosas, la dificultad de Wall Street para mantener repuntes. Esto
se nota mucho en los paneles tecnológicos, cuya estrella (el Nasdaq compuesto)
no sube ahora de 1.500/1.600 puntos cuando, el 10/III/00, estuvo en 5.048.
Más de dos años de deterioro en la entonces "indiscutible"
nueva economía -Internet y telecomunicaciones incluidas- les han dejado
el campo a constructoras, aseguradoras, cerveceras, químicas, cadenas
minoristas, etc. En suma, hoy es mucho más difícil repetir la
"exuberancia irracional" observada en 1999/2000 por Alan Greenspan
(Reserva Federal).
La yuxtaposición muestra que van diluyéndose distingos entre
invertir según "crecimiento" (énfasis en firmas cuyas
ganancias pueden subir más rápido) o "valor". Esta modalidad
privilegia compañías cuyas acciones son "baratas" en
términos de utilidades actuales. Optar entre un grupo y otro fue la clave
bursátil de la "nueva economía" durante años.
En general, los papeles con expectativas de crecimiento les pasaban por encima
a los conservadores.
Hasta el pico de la "euforia puntocom" (marzo de 2000). Después,
las empresas de sólido valor actual pasaron al frente; lo cual explica,
entre otras cosas, la dificultad de Wall Street para mantener repuntes. Esto
se nota mucho en los paneles tecnológicos, cuya estrella (el Nasdaq compuesto)
no sube ahora de 1.500/1.600 puntos cuando, el 10/III/00, estuvo en 5.048.
Más de dos años de deterioro en la entonces "indiscutible"
nueva economía -Internet y telecomunicaciones incluidas- les han dejado
el campo a constructoras, aseguradoras, cerveceras, químicas, cadenas
minoristas, etc. En suma, hoy es mucho más difícil repetir la
"exuberancia irracional" observada en 1999/2000 por Alan Greenspan
(Reserva Federal).