lunes, 25 de noviembre de 2024

Emprendedores después de los 40: tres casos argentinos

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En el post -40 se tiene más ventajas relacionadas con la seguridad personal y financiera, respecto a los que recién comienzan un camino laboral. Se cuenta con trayectoria profesional, que permite conocer bien las propias fortalezas y debilidades.

Para emprender es importante la innovación, persistencia, ambición y muchas otras características, pero sin importar la edad. Es perfectamente posible emprender pasados los 40 años, lo importante es tener claras las ventajas y desventajas de comenzar un negocio propio en edad adulta. Más edad se tiene, más experiencias se viven.

Cada año se aprende de errores y aciertos que ayudan a enfrentar el desafío de emprender. Después de los 40 años en general se dispone de una mayor seguridad financiera y un emprendedor de dicha edad tiene más probabilidad de haber conseguido reunir ahorros y contar con respaldo económico. Y esto es de gran ayuda para las primeras etapas de una empresa.

Con más años y más experiencia, se conocen mejor las fortalezas y debilidades propias. Al iniciar un negocio después de los 40, lo normal es haber trabajado antes en diferentes cargos y con distintas responsabilidades, lo que representa una gran oportunidad.

Como dueño de la empresa será más fácil delegar tareas, decidir, coordinar y administrar recursos. Pero también hay desventajas asociadas con el inicio de un negocio ya de grande. Hay hábitos afianzados, se puede ser menos receptivo a ideas, a nuevas tecnologías. Empezar un negocio cuando no se es tan joven requiere romper con muchas rutinas y tratar de adoptar nuevos enfoques.

Hay muchos ejemplos exitosos de personas que decidieron lanzarse con su propio negocio después de los 40 años y confirman que es algo realizable. Acá 3 casos que cuentan en primera persona cómo fue la experiencia de este camino post 40 y qué los motivó a emprender.

 

Gastón Gorosterrazu, creador y CEO de Aptugo – Primera herramienta visual inteligente de desarrollo de software de Argentina,

“Casualmente tuve mi primer gran emprendimiento pre 20 y mi segundo gran emprendimiento, post 40 y esto me sirvió para darme cuenta la experiencia que uno tiene ya siendo adulto. Uno a los 20 quiere solucionar algo grande. A los 40 uno quiere solucionar un problema que se ve desde hace mucho tiempo y que nadie lo trató”, comparte Gastón. “El emprendedor ideal es la persona que decide hacer la herramienta que solucione los problemas que vivió durante su carrera pasada”.

Para Gastón los 40 fue la edad  ideal para emprender. Sabía que ir a lo seguro lo iba a llevar al éxito, habiendo trabajado para muchas empresas tanto nacionales como internacionales y en diferentes roles.

Lo negativo que reconoce para esa edad, es lo poco sólido del marco emprendedor en Argentina y que las posibilidades de un adulto se hacen más difíciles.

Por otro lado, considera que la resistencia puede ser un factor que juegue en contra ya que como emprendedor se trabaja 24×7 y no es lo mismo que tener 20 años. Igualmente sabe que una vez que se arranca no se para, porque justamente se hace algo en lo que se cree. “Cada día estoy más convencido de que es totalmente posible emprender a los 40 años, aunque es diferente que hacerlo en otra edad. Cambian los objetivos, las dificultades y las realidades”.

Gastón creó Aptugo con el objetivo de capitalizar el gasto en software y convertirlo en inversión. Surge para que los programadores puedan potenciarse, para que las empresas puedan reutilizar y tener beneficios sobre esto y que no sea solo gasto. Con la Pandemia y a sus 40 años Gastón vio la oportunidad para dedicarse de lleno a su proyecto y abandonar la relación de dependencia.

 

Joaquín Sepúlveda Lemus- fundador y director de Simplestate – La plataforma argentina de inversiones en Real Estate.

“Siempre tuve espíritu emprendedor”, comienza diciendo Sepúlveda Lemus. Considera que emprender no es para todos, más allá de la edad. En el 2019, trabajando en un coworking conoció a quien hoy es su socio, Gonzalo Abalsamo. Lo que los unió, más allá de las experiencias laborales respectivas que se complementaron – Gonzalo viene del sector comercial y Joaquín del inmobiliario – fue el mismo sentimiento de que emprender es tener siempre metas y trabajar para cumplirlas. Disfruta de ver logrado y ver las metas cumplidas, como ser un edificio construido y terminado.

Cuando emprendes todos los desafíos los tenés sobre tus hombros, sin importar la edad que tengas. Emprender es tener más “no” que éxitos. Uno no tiene la posibilidad de hacer la plancha, siempre hay que renovar energías y estar preparados para esto”, comenta.

Sepúlveda Lemus tuvo experiencia en relación de dependencia, lo que le sirvió para darse cuenta que depender de una corporación para ascender no era para él. Aun sabiendo que no se cuenta con todos los beneficios de una empresa, en el año 2020 y a sus 40 años dio inicio a la operación de Simplestate. Un proyecto que le llevó mucha cabeza para poder definir su foco y características. “Como emprendedor no hay mucho tiempo para el logro, el mayor tiempo lo dedicamos a vivir desafíos permanentes”, agrega.  Y destaca, “la cualidad que define a un emprendedor no es la edad, sino tener siempre nuevos desafíos”

 

Vicente Leo Martín – fundador y CEO de Flash Agro – Marketplace para la compra y venta de servicios y productos asociados a la producción agropecuaria

“En realidad no me importó demasiado la edad en su momento. Yo tenía 54 años. Me surgió una idea que me motivó mucho y empecé a meterme más en el tema y así fui creando lo que hoy es FlashAgro”, comenta Vicente. Con su idea en mano, Vicente convocó a quienes son hoy sus socios y con quienes coincidió en el entusiasmo por el emprendimiento. El eslabón que los unió y los hizo arrancar fue la motivación de lo que podía ser un gran proyecto. Aun así, les costó bastante tiempo redondear la idea y definir lo más importante. Algo también difícil al empezar era que cada uno tenía sus actividades y ninguno estaba 100% dedicado al proyecto, lo que hacía que fuera todo más lento. “Obviamente la disponibilidad de plata fue un obstáculo y sobre todo a partir de ahora que estamos bastante encaminados con el emprendimiento. Pero el tiempo puedo decir que es lo que menos alcanza y lo más difícil de manejar”, comenta Vicente.

Vicente trabajó durante muchos años en una empresa familiar y ya en los últimos años estuvo más involucrado de manera individual en el sector agropecuario. Se reconoce como una persona que nunca fue de quedarse haciendo lo mismo, siempre está buscando opciones de mejora o de innovación en cualquier actividad. “Antes de emprender con el proyecto de FlashAgro venía de una situación complicada de fracaso, tras fracaso y el hecho de encontrar algo interesante para emprender, me hizo sentir muy motivado y darme cuenta que podía lograr algo valioso, más allá de la edad que tenía”, remarca. Hoy FlashAgro ya tiene 3 años de operación.

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