En Estados Unidos los ingresos por servicios de streaming como Pandora, Spotify y Beats (de Apple) eclipsaron el año pasado las ventas de discos compactos. El streaming se está convirtiendo – como anunciaban muchos – en la modalidad musical del futuro.
Según datos de ventas musicales de la Recording Industry Association of America (RIAA), las ventas en Estados Unidos de música streaming equivalieron a US$ 1.870 mil en 2014 mientras las de CD fueron US$ 1.850 millones. El ingreso por streaming—ñ que incluye suscripciones a servicios como Spotify y Beats Music de Apple, a radio como Pandora y Sirius XM y operaciones sostenidas por publicidad como Vevo, You Tube y versiones gratuitas de Spotify – saltaron 29% el año pasado, mientras que los de CD cayeron 12,7%.
Las bajadas digitales y las compras de música en iTunes siguieron representando igualmente la mayor tajada de los ingresos del negocio de las grabaciones. Las bajadas fueron la fuente más grande de ingresos digitales del negocio de la música en Estados Unidos durante toda una década, pero llegaron a su punto máximo en 2012 y desde entonces están declinando. En 2014 los ingresos totales por esa vía cayeron 8,7% a US$ 2.580 millones, el equivalente a 37% de los ingresos totales del negocio.
El crecimiento del streaming ha generado una nueva lucha de poder entre los creadores de música y las compañías que la distribuyen. La cantautora Taylor Swift, retiró su música de spotify a fines del año pasado luego de una disputa sobre el servicio gratuito que el servicio usa para atraer usuarios pagos.
Los sellos musicales, como Universal Music Group también reclaman a Spotify que modifique su variante gratuita porque creen que es exageradamente generosa y no está convirtiendo usuarios suficientes en suscriptores pagos. Spotify, por su parte, insiste en que el servicio gratuito es una herramienta de marketing fundamental y necesaria