(EFE).- El precio del crudo terminó la semana al alza en el mercado de Nueva York, ante las expectativas de un recorte de la producción en enero y en una sesión de poca actividad, ante la proximidad de un paréntesis festivo de tres días.
El precio de los contratos futuros para febrero del Petróleo Intermedio de Texas, que es el de referencia en Estados Unidos, finalizó con un alza de US$ 0,27, y quedó en US$ 26,25 por barril.
El precio de los contratos para febrero del petróleo del tipo Brent registró también un incremento en el mercado de Londres, de US$ 0,05; llegando a los US$ 23,66 por barril.
Como ocurriera en la sesión anterior, los operadores utilizaron la jornada del viernes (22 de diciembre) para reordenar sus carteras de contratos y realizar beneficios, antes de abandonar el mercado neoyorquino hasta el próximo martes.
El crudo llegó a situarse en US$ 27,25 dólares el barril durante la sesión, como consecuencia de esos movimientos y del bajo número de contrataciones, según los expertos, exageró las variaciones de precios.
Los operadores apuestan a que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidirá un recorte de la producción en la reunión que celebrará el 17 de enero en Viena, en tanto continúe en las próximas sesiones el descenso de los precios.
Los productores establecieron este año una banda de entre US$ 22 y US$ 28 por barril, dentro de la cual consideran los valores como adecuados, y en el caso de que el precio medio del crudo sea inferior a US$ 22 durante veinte días consecutivos, la OPEP recortará la producción en medio millón de barriles diarios.
Si los precios superasen los US$ 28 durante un período similar de tiempo, aumentarían la producción en igual cantidad de barriles.
El presidente de la OPEP, el ministro venezolano Ali Rodríguez, y otros representantes de países miembros, han declarado en los últimos días que la organización está dispuesta a aplicar ese mecanismo si persiste el descenso de precios.
El valor medio del barril de petróleo de la OPEP, que se calcula en base a los valores de siete tipos diferentes de crudo, descendió el jueves por debajo de los US$ 22, ubicándose en US$ 21,64 el barril.
Los productores insisten en que el nivel de la oferta en el mercado es elevada con respecto a la demanda, y por tanto rechazan cualquier intento de relacionar el alza de precios con una supuesta escasez en el mercado, como frecuentemente ha ocurrido en Estados Unidos.
Los pronósticos de tiempo frío para las próximas semanas en gran parte de Estados Unidos y el bajo nivel de las reservas almacenadas de crudo y de gasoil de calefacción respecto a 1999, provocan sin embargo inquietud entre los consumidores y los políticos del gigante del norte.
Un centenar de legisladores solicitó el viernes al presidente Bill Clinton que saque al mercado parte de los 2 millones de barriles de gasoil almacenados, y provea ayudas a las familias con menores recursos para que puedan hacer frente a eventuales subidas en los precios.
Los legisladores no confían en que el nuevo presidente, George Bush, muestre igual disposición que su antecesor a aumentar la oferta de gasoil, y con ello presionar para bajar los precios, en una región en la que se concentra alrededor de 80% del mercado doméstico de este producto.
La administración Clinton aprobó en el pasado verano la creación de una reserva estratégica de gasoil de calefacción, que se utilizaría en caso de disminuir fuertemente la oferta, y de registrasen importantes incrementos en los precios durante los meses de invierno.
(EFE).- El precio del crudo terminó la semana al alza en el mercado de Nueva York, ante las expectativas de un recorte de la producción en enero y en una sesión de poca actividad, ante la proximidad de un paréntesis festivo de tres días.
El precio de los contratos futuros para febrero del Petróleo Intermedio de Texas, que es el de referencia en Estados Unidos, finalizó con un alza de US$ 0,27, y quedó en US$ 26,25 por barril.
El precio de los contratos para febrero del petróleo del tipo Brent registró también un incremento en el mercado de Londres, de US$ 0,05; llegando a los US$ 23,66 por barril.
Como ocurriera en la sesión anterior, los operadores utilizaron la jornada del viernes (22 de diciembre) para reordenar sus carteras de contratos y realizar beneficios, antes de abandonar el mercado neoyorquino hasta el próximo martes.
El crudo llegó a situarse en US$ 27,25 dólares el barril durante la sesión, como consecuencia de esos movimientos y del bajo número de contrataciones, según los expertos, exageró las variaciones de precios.
Los operadores apuestan a que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidirá un recorte de la producción en la reunión que celebrará el 17 de enero en Viena, en tanto continúe en las próximas sesiones el descenso de los precios.
Los productores establecieron este año una banda de entre US$ 22 y US$ 28 por barril, dentro de la cual consideran los valores como adecuados, y en el caso de que el precio medio del crudo sea inferior a US$ 22 durante veinte días consecutivos, la OPEP recortará la producción en medio millón de barriles diarios.
Si los precios superasen los US$ 28 durante un período similar de tiempo, aumentarían la producción en igual cantidad de barriles.
El presidente de la OPEP, el ministro venezolano Ali Rodríguez, y otros representantes de países miembros, han declarado en los últimos días que la organización está dispuesta a aplicar ese mecanismo si persiste el descenso de precios.
El valor medio del barril de petróleo de la OPEP, que se calcula en base a los valores de siete tipos diferentes de crudo, descendió el jueves por debajo de los US$ 22, ubicándose en US$ 21,64 el barril.
Los productores insisten en que el nivel de la oferta en el mercado es elevada con respecto a la demanda, y por tanto rechazan cualquier intento de relacionar el alza de precios con una supuesta escasez en el mercado, como frecuentemente ha ocurrido en Estados Unidos.
Los pronósticos de tiempo frío para las próximas semanas en gran parte de Estados Unidos y el bajo nivel de las reservas almacenadas de crudo y de gasoil de calefacción respecto a 1999, provocan sin embargo inquietud entre los consumidores y los políticos del gigante del norte.
Un centenar de legisladores solicitó el viernes al presidente Bill Clinton que saque al mercado parte de los 2 millones de barriles de gasoil almacenados, y provea ayudas a las familias con menores recursos para que puedan hacer frente a eventuales subidas en los precios.
Los legisladores no confían en que el nuevo presidente, George Bush, muestre igual disposición que su antecesor a aumentar la oferta de gasoil, y con ello presionar para bajar los precios, en una región en la que se concentra alrededor de 80% del mercado doméstico de este producto.
La administración Clinton aprobó en el pasado verano la creación de una reserva estratégica de gasoil de calefacción, que se utilizaría en caso de disminuir fuertemente la oferta, y de registrasen importantes incrementos en los precios durante los meses de invierno.
