Las jugueterías europeas temen ahora una lluvia de imitaciones baratas del cubo que desde hace más de 40 años entretiene a niños y adultos de todas las edades. Luego de una puja legal que duró 10 años, el cubo Rubik perdió sus derechos cuando la corte de justicia europea falló ayer diciendo que su forma no es suficiente para garantizarle protección frente a imitaciones.
El acertijo, inventado en 1974 por un arquitecto húngaro llamado Ernö Rubik, lleva vendidas 350 millones de unidades en todo el mundo. La compañía británica Seven Towers, que administra los derechos de propiedad intelectual, registró el objeto en la Oficina de Propiedad Intelectual de la Comunidad Europea en 1999 como una forma tridimensional única.
Pero ayer jueves el Tribunal decidió que la forma no cumple los requisitos para merecer la protección de la marca. La decisión afecta a los muchos fabricantes que tienen licencia para producir el cubo y que ahora deberán hacer frente a una competencia de imitaciones más baratas producidas en masa.
El caso lo inició Simba Toys, una firma alemana que en 2006 cuestionó la protección de la marca diciendo que la capacidad rotativa del cubo merecía protección de patente, no de marca.
El Cubo Rubik fue conocido al principio como el Cubo Mágico y se venía en una juguetería de Budapest pero en 1980 se le cambió el nombre y se lo comenzó a vender en todo el mundo. Llegó a ocupar el tercer puesto entre los juegos más vendidos, después de pie Face Game y Monopolio.