(EFE).- Trece años después de que en el estado de Nueva Jersey se sentara el primer precedente legal en contra de las empresas tabaqueras por vender un producto nocivo para la salud, un nuevo juicio está hoy a punto de iniciarse en el mismo estado.
El caso, que fue presentado por la familia de Constance Mehlman, quien murió en 1997 a causa de un cáncer de pulmón, es contra las firmas Philip Morris y RJ Reynolds Tobacco Holdings y se iniciará el lunes en una corte de New Brunswick, Nueva Jersey.
Mehlman fumó cigarrillos de marca Camel y Marlboro entre los años 1959 y 1974, fecha en que dejó el cigarrillo al enterarse de los problemas para la salud que acarreaba su consumo.
La familia de Mehlman acusa, entre otras cosas, a las empresas tabaqueras de dar falso testimonio sobre la seguridad de sus productos y de conspirar para ocultar los riesgos para la salud por el consumo de cigarrillos.
“Al contrario de lo que ocurre en la mayoría de los casos, he aquí una mujer que dejó de fumar cuando se enteró de los riesgos que el cigarrillo presentaba”, aseguró el abogado demandante, Charles Patrick.
Por su parte, las tabaqueras aseguran que, dado el grado de educación de Constance Nehlman y de su marido, ellos conocían el peligro que representaba fumar cigarrillos.
Asimismo, la compañías argumentan que el cáncer se presentó más de 20 años después de que la mujer dejase de fumar.
El caso ha llamado la atención de la opinión pública, pues en el año 1988 en Nueva Jersey se falló por primera vez en contra de las empresas tabaqueras como responsables de los daños a la salud producidos por el consumo de cigarrillos.
Este fallo histórico, pese a que fue anulado posteriormente por un tribunal estatal, dio origen a una serie de demandas en contra de los fabricantes de cigarrillos.
A Juicio de los expertos de Wall Street en empresas tabaqueras, las amenazas que enfrentan las grandes compañías de parte de las demandas particulares son muy pocas y no se comparan con los casos de demandas colectivas que han implicado acuerdos extrajudiciales de varios miles de millones de dólares.
(EFE).- Trece años después de que en el estado de Nueva Jersey se sentara el primer precedente legal en contra de las empresas tabaqueras por vender un producto nocivo para la salud, un nuevo juicio está hoy a punto de iniciarse en el mismo estado.
El caso, que fue presentado por la familia de Constance Mehlman, quien murió en 1997 a causa de un cáncer de pulmón, es contra las firmas Philip Morris y RJ Reynolds Tobacco Holdings y se iniciará el lunes en una corte de New Brunswick, Nueva Jersey.
Mehlman fumó cigarrillos de marca Camel y Marlboro entre los años 1959 y 1974, fecha en que dejó el cigarrillo al enterarse de los problemas para la salud que acarreaba su consumo.
La familia de Mehlman acusa, entre otras cosas, a las empresas tabaqueras de dar falso testimonio sobre la seguridad de sus productos y de conspirar para ocultar los riesgos para la salud por el consumo de cigarrillos.
“Al contrario de lo que ocurre en la mayoría de los casos, he aquí una mujer que dejó de fumar cuando se enteró de los riesgos que el cigarrillo presentaba”, aseguró el abogado demandante, Charles Patrick.
Por su parte, las tabaqueras aseguran que, dado el grado de educación de Constance Nehlman y de su marido, ellos conocían el peligro que representaba fumar cigarrillos.
Asimismo, la compañías argumentan que el cáncer se presentó más de 20 años después de que la mujer dejase de fumar.
El caso ha llamado la atención de la opinión pública, pues en el año 1988 en Nueva Jersey se falló por primera vez en contra de las empresas tabaqueras como responsables de los daños a la salud producidos por el consumo de cigarrillos.
Este fallo histórico, pese a que fue anulado posteriormente por un tribunal estatal, dio origen a una serie de demandas en contra de los fabricantes de cigarrillos.
A Juicio de los expertos de Wall Street en empresas tabaqueras, las amenazas que enfrentan las grandes compañías de parte de las demandas particulares son muy pocas y no se comparan con los casos de demandas colectivas que han implicado acuerdos extrajudiciales de varios miles de millones de dólares.