(EFE).- La estatal ecuatoriana Petrocomercial inició el viernes 22 la venta directa al público de bombonas de gas para uso doméstico, a fin de contrarrestar la especulación que se ha agudizado esta semana, especialmente en la capital del país, Quito.
El Estado distribuye el producto al precio normal, un dólar por cada bombona de 15 kilos, en cuatro puntos de la capital, una de las zonas donde más se ha sentido el desabastecimiento del producto.
Vicente Alarcón, presidente de Petrocomercial, aseguró que los despachos de gasolina y gas de uso doméstico son superiores a la medida normal y que se han distribuido más de 400 toneladas de gas licuado diarias en los últimos días, cuando la media histórica es de 370 toneladas.
Asegura que el desabastecimiento obedece a la especulación y subrayó que se ha comprobado que hay almacenes clandestinos y camiones con gasolina y gas que se “fugan hacia el norte alentados por los bajos precios y la escasez de estos combustibles en el sur de Colombia”, aseguró Alarcón.
Destacó la “dificultad de controlar estas enormes fugas en la comercialización de estos productos”, por lo que apeló a la conciencia de los ciudadanos para apoyar al país.
Añadió que el atentado de la semana pasada contra el oleoducto obligó a detener temporalmente la operación del poliducto Shushufindi-Quito, lo que produjo un desfase en la provisión de gas de la zona norte del país que ya fue superado.
(EFE).- La estatal ecuatoriana Petrocomercial inició el viernes 22 la venta directa al público de bombonas de gas para uso doméstico, a fin de contrarrestar la especulación que se ha agudizado esta semana, especialmente en la capital del país, Quito.
El Estado distribuye el producto al precio normal, un dólar por cada bombona de 15 kilos, en cuatro puntos de la capital, una de las zonas donde más se ha sentido el desabastecimiento del producto.
Vicente Alarcón, presidente de Petrocomercial, aseguró que los despachos de gasolina y gas de uso doméstico son superiores a la medida normal y que se han distribuido más de 400 toneladas de gas licuado diarias en los últimos días, cuando la media histórica es de 370 toneladas.
Asegura que el desabastecimiento obedece a la especulación y subrayó que se ha comprobado que hay almacenes clandestinos y camiones con gasolina y gas que se “fugan hacia el norte alentados por los bajos precios y la escasez de estos combustibles en el sur de Colombia”, aseguró Alarcón.
Destacó la “dificultad de controlar estas enormes fugas en la comercialización de estos productos”, por lo que apeló a la conciencia de los ciudadanos para apoyar al país.
Añadió que el atentado de la semana pasada contra el oleoducto obligó a detener temporalmente la operación del poliducto Shushufindi-Quito, lo que produjo un desfase en la provisión de gas de la zona norte del país que ya fue superado.