El candidato republicano a la presidencia, Donald J. Trump, ha vendido durante toda la campaña electoral una imagen de empresario que ha ganado miles de millones y que no tiene ningún compromiso que lo ate.
Sin embargo, una investigación realizada por el diario neoyorquino sobre sus bienes en Estados Unidos revela que las compañías de las que es dueño acumulan una deuda de 650 millones de dólares.
Su imperio se sitúa básicamente en el mercado inmobiliario, pero también cuenta con aerolíneas, equipos de fútbol americano, concursos de belleza, vodka y hasta su propio filete. Estos son algunos de los ejemplos de empresas del magnate que no han llegado a buen puerto.
El propietario de hoteles y campos de golf en todo el mundo, ha llegado a declarar la quiebra de hasta cuatro de sus negocios, lo que lo convierte en la persona que más lo ha hecho durante las últimas décadas.
Estas decisiones han hecho perder dinero a muchas personas y especialmente la presentada en 1991 por su hotel y casino Trump Taj Mahal, que casi lo arruina y lo obligó a vender su yate, su aerolínea, limitar sus gastos y ceder participaciones mayoritarias para poder salir del paso.
A la quiebra del Trump Taj Mahal, le siguieron la de Trump Castle Associates un año después, la de Trump Hotel & Casino Resorts en 2004 y la de Trump Entertainment Resorts en 2009.
Por otro lado, la empresa inmobiliaria Trump Mortgage LLC nació en un momento en que comenzaba a gestarse una de las mayores crisis financieras de los últimos tiempos . Un año y medio después, Trump cebió cerrarlo, algo que le generó una demanda. Otro de sus fracasos empresariales ha sido el de la Universidad Trump. Acabó con una demanda del fiscal general de Nueva York por valor de 40 millones de dólares (35 millones de euros), que acusaban al candidato republicano de defraudar a sus estudiantes y de operar un centro educativo sin licencia.
