miércoles, 25 de diciembre de 2024

Demandan a McDonald’s por una franquicia racista

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Diez ex empleados han demandado a la marca de comidas rápidas acusándola de racismo rampante, acoso sexual y, en una de las sucursales estadounidenses, terminación ilegal de contrato. El caso deberá decidir cuál es la responsabilidad legal de la compañía por decisiones tomadas por sus miles de franquiciados.

En un juicio que invoca la ley de derechos civiles radicado hoy en una corte federal, una ex trabajadora negra del franquiciado Soweva Co. en Virginia dicen que un supervisor la llamó “perra” “marginal”  y “golfa”.  Dice además que el tal supervisor se quitó la dentadura postiza y sugirió tener sexo oral con las empleadas. Otro supervisor llamó a una empleada hispana “sucia mexicana” y “mexicana caliente” les envió imágenes de sus genitales y las tocó en forma inapropiada, según las declaraciones ante el juez.

Luego los supervisores cancelaron el contrato de las empleadas negras ye hispanas porque no “daban el perfil”.  Dicen las declaraciones. Cuando las trabajadoras recurrieron a una oficina central “McDonald no hizo nada”. La demanda dice que McDonald’s es responsable por ser empleador de las demandantes” y por aceptar y ratificar la conducta de Soweva.

La empresa dijo el jueves que todavía no había visto la demanda pero que estudiaría cuidadosamente el caso.  Un vocero agregó que la compañía tiene una larga historia  en cuanto a fomentar la diversidad entre los empleados, la independencia de las franquicias, de los clientes y de los proveedores y que la discriminación es totalmente inconsistente con sus valores.

Soweva no respondió al pedido de comentarios que le hizo la prensa.

El juicio se produce luego de una serie de huelgas contra los grandes empleadores en el negocio de comidas rápidas durante los dos últimos años. La campaña contra las cadenas incluye también acciones suplementarias como ataques legales a las marcas, a sus ambiciones de crecimiento y modelos de negocios.

La campaña también condena el modelo de negocios por franquicias, en el cual McDonald’s considera que los empleados que preparan hamburguesas y papas fritas trabajan para el franquiciado y no para la compañía madre. El verano pasado la fiscal principal del National Labor Relations Board dijo que el organismo trataría a McDonald’s como “empleador conjunto” de los trabajadores cuando se investigan violaciones laborales en las franquicias.

Este último juicio plantea que McDonalds tenía un control íntimo e intenso sobre los trabajadores de la franquicia en Virginia que demostraba que eran empleados de la cadena de comidas. Ese control incluía visitas mensuales de “compradores misteriosos”, o sea representantes encubiertos de la empresa  que califican  a los restaurantes según su cumplimiento con el Sistema McDonald’s, que incluye detalles del desempeño de los empleados como su tono de voz y contacto visual con los clientes, expresiones faciales, palabras exactas que usan  y recopilación de los elementos alimentarios”

 

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